La empresa Arias Infraestructuras se encuentra en concurso de acreedores debido a las dificultades económicas que atraviesa, según adelantó Economía Digital. La compañía aplica además un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) a su plantilla, formada por 98 trabajadores, desde el mes pasado. Fuentes del comité de empresa explican que los empleados, la mayoría de los cuales tienen una notable antigüedad, se encuentra "fatal", ya que se les adeuda la nómina de febrero.

Los representantes laborales señalan que se trata de una compañía "puntera y muy cualificada" y atribuyen la situación actual a problemas de gestión, ya que existe oferta de obra en el sector de la construcción. "Todavía no sabemos cuáles son sus planes", señalan fuentes del comité sobre los proyectos de la dirección.

Los primeros efectos de la crisis de la constructora se apreciaron con la paralización en las últimas semanas de varias de las obras que le había adjudicado el Ayuntamiento de A Coruña, como las de la calle Aguillón, en el barrio de San Pedro de Visma; la calle San Leopoldo, en el Agra do Orzán; y las del último tramo de la avenida de Oza, en Casablanca, que se suman a la del campo de fútbol de Eirís, que también permanece paralizada, razón por la cual el Concello impuso a la empresa una sanción de 44.500 euros.

La empresa es además la responsable del mantenimiento y reparación de las aceras y áreas peatonales de la mitad sur del municipio, contrato con un importe de dos millones de euros al año, que también se ve afectado por estos mismos problemas. El Gobierno local informó a este periódico que busca una solución a corto plazo para que esas obras vuelvan a ponerse en marcha cuanto antes.