Los alquileres firmados en A Coruña suben un 15% en siete años pese a la escalada de los precios

Fuentes del sector inmobiliario relacionan la subida de los costes de alquiler con el aumento de la demanda por la llegada de trabajadores o con el descenso de pisos ofertados

Escaparate de una inmobiliaria con pisos para arrendar en A Coruña.

Escaparate de una inmobiliaria con pisos para arrendar en A Coruña. / Víctor Echave

El mercado de alquiler coruñés es el más dinámico de Galicia, y su tendencia es de alza desde mediados de la década pasada. El año pasado, de acuerdo con datos del Observatorio da Vivenda de Galicia, se firmaron 5.815 arrendamientos, quinientos más que en Vigo, pese a que la ciudad meridional tiene 50.000 habitantes más. En 2014, según la misma fuente, fueron 3.769, si bien posiblemente la cifra no contemple los alquileres de todo el año, y en 2015 hubo 5.051. Desde entonces hasta el año pasado el número de nuevos contratos ha subido un 15,1%, y los precios han pasado de 414 a 576 euros: un aumento de casi el 39%.

Comparando los datos con los de compraventa de viviendas que ofrece el Estado, también queda claro que el mercado de arrendamiento supera al de compra, si bien los dos han estado en alza. Aún no hay datos completos de transacciones para 2022, pero entre 2015 y 2021 hubo, de media, 2,51 compraventas por cada contrato de alquiler firmado.

Las fuentes del sector inmobiliario coinciden en señalar que el hecho de que existan más contratos de alquiler que de compra es habitual, si bien hay más discrepancias a la hora de interpretar el aumento de arrendamientos. La presidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de La Coruña, Patricia Vérez, indica que no cree que la proporción de compras y alquiler “sea diferente a otras ciudades”, y señala que lo considera algo “normal”.

Ricardo Rochela, director comercial de la Inmobiliaria Luz, explica que el motivo es que “por norma general, la gente que compra está más tiempo” en las casas que adquiere que los inquilinos, que rotan más en los pisos pequeños. En las viviendas de un solo dormitorio, indica, “la estabilidad es de uno a tres años”, mientras que en los que tienen un par “pueden ser dos, tres, cinco años”. Pero al mismo tiempo y aunque hay excepciones, los que adquieren un piso de esas características pueden estar décadas. “La estabilidad del alquiler no es tan duradera”, resume.

El Observatorio no tiene datos anteriores a la crisis de 2008, puesto que extrae sus datos de las fianzas que se depositan ante la Xuntay por aquel entonces este trámite no era obligatorio. Pero los datos del Gobierno gallego indican que ha habido un cambio en las preferencias entre el alquiler y la compra entre los que aspiran a acceder a piso protegidos. En tiempos del boom inmobiliario casi todos los demandantes querían acceder a la propiedad, mientras que actualmente el 59% optan al régimen de alquiler y una quinta parte al arrendamiento con opción de compra. Tan solo el 21% pide solo acceder a una vivienda en propiedad.

Rochela, que lleva 23 años en el mercado inmobiliario, considera que en España hay más “mentalidad de propiedad” y de querer comprar pisos que de alquilar, pero señala que antes de la crisis pasada era más factible hacerlo por las facilidades hipotecarias. “Con la financiación de los bancos, una persona con un sueldo de 1.000 euros compraba una vivienda de 200.000”, recuerda.

El panorama ha cambiado, según explican desde Urbeko Inmobiliaria. Fuentes de la empresa coruñesa señalan que estos años los bancos piden que los interesados aporten “el 20% o 30%” del precio de la vivienda, y hoy en día el porcentaje “casi está en el 40%. “Siempre hay bastante más demanda de alquiler porque no todo el mundo tiene la opción de optar a comprar una sociedad”, indican desde Urbeko, que señala que hay una “minoría” de clientes que “siempre ha vivido de alquiler”, pero que la mayoría de los que están en pisos arrendados “acabarán comprando”. “El perfil de alquiler mayoritario son parejas jóvenes que se independizan y van a vivir solos, y gente que viene a trabajar de otros sitios”, señalan.

Más demanda, menos oferta

El director administrativo de la inmobiliaria Inmotk, Javier Carballo, relaciona precisamente el incremento de los precios de los arrendamientos en la ciudad con la llegada de empleados a compañías como Inditex, Indra o la refinería” y sus empresas auxiliares. “Durante estos últimos años, por temporadas, ha habido verdaderas mareas de gente que ha venido a trabajar de todo el mundo”, explica Carballo, y que han demandado pisos de alquiler. Desde su inmobiliaria se ha visto un aumento “progresivo” desde mediados de la década pasada, si bien en los dos últimos años “no ha sido tan acentuado como antes”. También indica que durante esta época “ha entrado el boom de los pisos turísticos”.

El otro factor, indica Carballo, es la falta de oferta. “A Coruña es una ciudad pequeña, ha habido poca obra nueva, los precios son muy caros con respecto a los sueldos y la alta demanda de empresas como Inditex tira mucho del alquiler”, explica el director administrativo de Inmotk, que resume la situación en que “hay demanda alta y oferta baja, con lo que los precios suben”. También opina que las ayudas al alquiler que se pueden ofrecer desde las administraciones públicas “no funcionan: lo que funcionaría sería que se construyese más vivienda social”.

Desde la inmobiliaria Será por Casas, sin embargo, consideran que “la demanda es más o menos la misma” ahora que a mediados de la década pasada, pero que “lo que ha bajado es la oferta, y eso es lo que ha llevado al incremento de precio”. Desde la empresa estiman que “muchos” de los propietarios que antes tenían vivienda a la venta los retiraron del mercado, a veces porque “la gente se cansa de la gestión y los pone a la venta”.

En la inmobiliaria consideran que el incremento del arriendo desde 2015 puede deberse no a que haya más contratos de alquiler, sino a que los usuarios estén cumpliendo en mayor medida con la obligación de realizar los depósitos de fianzas ante el Gobierno gallego.

Suscríbete para seguir leyendo