Mardi Gras se adapta a tapas y comidas como bar en el Orzán

Mery y Luz, camarera y cocinera del bar Mardi Gras.   | // C. PARDELLAS

Mery y Luz, camarera y cocinera del bar Mardi Gras. | // C. PARDELLAS / R. D. R.

Mardi Gras, la sala de conciertos de la travesía Torre, fue en su origen, antes de su inauguración en 1999, “un bar americano de toda la vida”. Pero aquella idea quedó en el cajón y en la práctica la Mardi se convirtió en un tempo de la música en el que ha habido miles de conciertos. Aquella vieja idea revive ahora con la apertura del bar Mardi Gras, con doble acceso por Cordelería y Comandante Fontanes en el Orzán. Lo hace, en época carnavalesca, con espíritu “muy de Nueva Orleans”, estética e hilo musical pero sin música en vivo (que seguirá en Monte Alto), con oferta de desayunos, comidas y cenas y algunos platos de Louisiana, para “tapeo, tardeo y copas de noche”, cuenta la dueña, Yolanda Villa.