Los mapas de la huella de Juana de Vega en la ciudad

Una exposición muestra la cartografía del inicio de la calle, la segunda con nombre de mujer de la ciudad y que sucedió a la muralla

Visitante de la exposición delante de una imagen antigua de plaza de Mina.   | // CAAMAÑO / ROLLER AGENCIA

Visitante de la exposición delante de una imagen antigua de plaza de Mina. | // CAAMAÑO / ROLLER AGENCIA / Enrique Carballo

En la década de 1870 A Coruña estaba transformándose para crear el Ensanche, derribando las antiguas murallas de la Ciudad Vieja y las que cerraban el istmo. De sus ruinas nacieron, respectivamente, la primera y segunda vías coruñesas en llevar nombre de mujer: la plaza de María Pita y Juana de Vega, nombrada en 1877 y que discurre por las antiguas defensas que separaban Pescadería de los arrabales. Explicar su génesis, cómo cambio el rostro de la ciudad, y por qué se eligió el nombre de la literata es el objeto de la exposición A rúa Juana de Vega. Homenaxe a unha muller comprometida, que estará hasta el domingo en la sala de exposiciones municipal Salvador de Madariaga (Durán Loriga, 10).

La muestra está organizada por la Biblioteca de Estudios Locales, el servicio municipal de exposiciones y el Archivo Municipal, y fuentes de este último explican que incluye un plano con las murallas y otro posterior a su derribo, así como “los planos de las casas, los alzados, las galerías” que se levantaron a ambos lados de la nueva vía. Antes de que se construyese, la calle y los edificios que quedan a la izquierda yendo desde la plaza de Mina (nombrada por el marido de Juana de Vega, y con posterioridad) discurría una pequeña alameda con dos filas de árboles. La calle que lleva ese nombre se llamaba entonces “de las Bestias”, y las traseras de las casas de esta vía tuvieron que reconvertirse en fachada con la construcción de Juana de Vega.

Los edificios de la parte izquierda, de nueva planta, fueron mansiones de “burguesía importante”, construidos por arquitectos de renombre como Juan de Ciórraga, Gabriel Vitini o Faustino Domínguez, padre e hijo: “los mejores del momento”. Solo se conservan algunas de las viviendas originales.

La exposición se completa con las memorias de Juana de Vega y las de su marido, “que se supone que escribió ella”, ambas primeras ediciones. También hay ejemplares de obras sobre la literata, nacida en 1805 en A Coruña, de la que el año pasado se cumplieron los 150 años de su muerte y que tuvo “un papel protagonista” en la historia del progresismo decimonónico, según indican desde el Archivo Municipal.

“Tuvo una participación política muy importante, fue la mujer de un destacado guerrillero convertido en general y ambos tuvieron que exiliarse con el retorno de Fernando VII” y el absolutismo, señalan fuentes del Archivo. Tras quedarse viuda, fue aya y camarera mayor de Isabel II en Madrid cuando esta era todavía menor de edad, en 1841-1843, con el “apoyo de los progresistas” y tuvo una “gran ascendencia política y social” en la capital de España. En sus memorias cuenta cómo vivió el asalto de un grupo de conjurados al Palacio Real para intentar raptar a la reina y a la infanta Luisa Fernanda.

En A Coruña, Juana de Vega, nacida en una familia de comerciantes y que entró en la aristocracia como Condesa de Espoz y Mina, “ejerció una labor asistencial brutal”. Fue durante muchos años presidenta de la Asociación de Señoras de la Beneficencia y “sobresalió su actuación protegiendo a los enfermos y ayudando a la gente” cuando el cólera asoló la ciudad en 1854. Junto con su amiga Concepción Arenal, otra coruñesa ilustre, “tuvieron actuaciones en defensa de las mujeres y contra la pena de muerte”.

“Debía ser muy importante para sus coetáneos”, indican desde el Archivo, para que le dedicasen una de las principales vías de la urbe a un lustro de su muerte. La exposición sobre su huella en el urbanismo de la ciudad se puede visitar de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas.

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