Un tribunal neerlandés tumba la restricción de vuelos a Ámsterdam, que afecta a Alvedro

La decisión es recurrible | EasyJet confirma que “actualmente no es posible operar” la ruta comprometida con el Concello | Países Bajos prevé reducir el tráfico a 440.000 vuelos

Un avión de EasyJet, en el aeropuerto de Schiphol. |   // EVERT ELZINGA

Un avión de EasyJet, en el aeropuerto de Schiphol. | // EVERT ELZINGA / Gemma Malvido

Un tribunal neerlandés anuló ayer la decisión del Gobierno de Países Bajos de reducir el número máximo de vuelos permitidos cada año en el aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam, que pretende reducir el tráfico aéreo de 500.000 vuelos a 460.000 en noviembre de 2023 y a 440.000 de 2024 en adelante. La conexión de A Coruña con Ámsterdam, que preveía empezar a operar EasyJet en el segundo semestre del año —tras haber ganado un concurso público convocado por el Consorcio de Turismo— está pendiente de estas restricciones ya que, si bien la compañía cuenta con los aviones y la tripulación necesaria para ofrecer este servicio, carece, por ahora, de slots —permiso para aterrizar o despegar en un aeropuerto dentro de una franja horaria— en Ámsterdam.

“Actualmente no es posible operar la ruta y se seguirá evaluando”, explicaron ayer fuentes de EasyJet a este diario. A finales del mes pasado, el director general de la compañía para el sur de Europa, Javier Gándara, había avanzado ya a este diario que EasyJet estudiaría durante todo este año qué es lo que podría hacer para operar el enlace y que, de no encontrar una solución, buscaría alternativas, como cambiar de destino.

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) —que representa a más de 300 aerolíneas, un 83% del total del tráfico aéreo global— celebró ayer este fallo —es una de las denunciantes, junto a la aerolínea neerlandesa KLM, y otras compañías, como Vueling, British Airways o Lufthansa— aunque también aclaró que puede ser recurrido por el Gobierno de Países Bajos, que puede alargar la batalla judicial con el objetivo de reducir hasta 440.000 los vuelos anuales de forma permanente desde 2024 en adelante.

“Suponiendo que el Estado no apele la decisión a tiempo, el límite de vuelos de Schiphol se mantendrá en 500.000 para la temporada de invierno 2023-2024”, explica la IATA, que apunta a que este fallo supone “un indulto” para los pasajeros del aeropuerto, para los negocios neerlandeses, la economía de Países Bajos y aerolíneas, aunque alerta de que la amenaza de recorte de vuelos “es muy real” y sigue siendo la política del Gobierno. Tanto es así, que el día anterior al fallo, el martes, el aeropuerto de Schiphol había anunciado el recorte de vuelos nocturnos de manera unilateral y sin consultas.

La IATA explica también que el recorte “arbitrario reduce las franjas horarias en las que las aerolíneas pueden operar”, de modo que algunas compañías perderán derechos adquiridos que habían ganado a lo largo de los años y que “nuevos operadores que estén esperando a conseguir slots no podrán acceder a ellos, lo que generará un impacto en las elecciones que pueden hacer los consumidores y también en la competencia”. En el caso de EasyJet, la compañía tiene base en Schiphol, por lo que es uno de los puntos importantes de su operativa.

A Coruña sacó a concurso esta ruta, para ampliar su oferta internacional, EasyJet presentó una propuesta que fue aceptada, sin embargo, a diferencia de las rutas de Ginebra y Milán, que ya ha puesto en marcha, la de Ámsterdam no ha podido entrar en funcionamiento por las condiciones que está imponiendo el Gobierno neerlandés, que pretende reducir su tráfico aéreo.

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El Gobierno neerlandés decidió reducir el número de vuelos anuales de 500.000 a 440.000 para mitigar el ruido, del que se quejan los vecinos del aeropuerto, también mostraron otras preocupaciones, como la calidad del aire y la emisión de gases de efecto invernadero, aunque estas razones no son la base de las restricciones de los vuelos, que se centran solo en el ruido. Las compañías denunciantes y la asociación IATA defienden que el Gobierno neerlandés, si quiere conseguir el objetivo de reducir el ruido en el entorno del aeropuerto, ha de hacerlo tomando como base el documento llamado Balanced Approach (Enfoque Equilibrado), que contiene una metodología y un procedimiento para mitigar el ruido en los aeropuertos y que recoge que “la reducción de vuelos debe ser el último recurso” y que solo debe ser usado “cuando otras posibles medidas se han agotado”. Como no se han tenido en cuenta otras medidas alternativas al recorte de vuelos ni se han realizado estudios sobre el coste y la efectividad de esas eventuales medidas, ni tampoco se ha fijado un objetivo de ruido, los denunciantes consideran que no se han seguido los principios de proporcionalidad y de no discriminación y que se están contraviniendo tanto la regulación europea como los tratados internacionales. Las compañías demandan claridad para poder configurar sus programaciones de invierno, que tienen que estar acabadas durante este mes de abril, Alertan también de que estas restricciones tendrán un impacto negativo en la economía del país y en los puestos de trabajo.

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