Entrevista | Pepe Karmel Experto en Picasso, habla este miércoles en Bellas Artes de su etapa cubista

Pepe Karmel: “El recuerdo de Picasso de la Torre revivió por un rascacielos y combinó ambos en una obra de 1916”

“Creo que el cubismo no tuvo una fuente filosófica, y que las implicaciones en este sentido las dieron los críticos”

El experto en Picasso Pepe Karmel.   | // LA OPINIÓN

El experto en Picasso Pepe Karmel. | // LA OPINIÓN / Enrique Carballo

Pepe Karmel es profesor de Historia del Arte en la New York University y uno de los grandes especialistas mundiales en Picasso. Este miércoles estará a las 20.00 horas en el Museo de Bellas Artes para impartir una conferencia sobre la etapa cubista del pintor, complementaria a la exposición Picasso, branco no recordo azul sobre la influencia coruñesa en la obra del artista, organizada por la Xunta.

En la conferencia mencionará la influencia de A Coruña en Picasso.

Picasso se vio muy influido por cosas que presenció en A Coruña y que retornan como motivos en su trabajo posterior. Hay un dibujo maravilloso en la exposición que muestra a hombres y mujeres realizando una danza formal al son de dos músicos. Desde su Periodo Azul, a través de su etapa cubista y en los años 20, Picasso realizó muchas pinturas de bailarines que se hacían eco de esta imagen temprana. Los músicos paseando son también un motivo importante en el cubismo posterior y en su trabajo clásico. Su recuerdo de la Torre de Hércules revivió en 1910 por una fotografía de un rascacielos de Nueva York, y una imagen híbrida de torre y rascacielos se puede ver en su trabajo cubista de 1916 y en sus diseños para el ballet Parade, de 1917.

Se dice que hubo estilos premodernos, como el arte ibérico, que influyeron en su cubismo.

Las estatuas helenísticas y de la era romana que se encontraron en Osuña, sin lugar a dudas, influenciaron el trabajo de Picasso en 1905-1907. Aunque hay que señalar que la descripción usual de estos trabajos como arcaicos no es exacta. Las simplificaciones descriptivas que interesaban a Picasso se encuentran en la escultura clásica de todo el Mediterráneo, como las de Petra.

¿Y el arte africano?

Le influyó en varios momentos. Rostros agresivos y semejantes a máscaras aparecen en Las señoritas de Avignon y en muchos trabajos de 1908. Parecen estar inspirados por una idea colonialista de lo primitivo tanto como por ejemplos específicos de obras de arte. En 1912, Picasso volvió a su estudio de máscaras africanas, encontrando en ella la idea de la arbitrariedad del símbolo y la posibilidad de recolocar los rasgos dentro del espacio de un plano rectangular. Hablando posteriormente de esta fase, dijo que le había impactado la “racionalidad” del arte africano; precisamente lo opuesto al primitivismo. En 1937 le dijo a Malraux que su primer encuentro con la escultura africana le había impactado por su poder como instrumento para un “exorcismo” espiritual, pero creo que es un comentario anacrónico: refleja lo que pensaba ese año y tiene más que ver con sus pinturas de esa época, como Guernica.

¿Cómo fue su desarrollo del cubismo y su transición al surrealismo y clasicismo? ¿Y le hubiera gustado que se categorizase así su obra?

A Picasso le interesaba hacer arte, no inventar etiquetas. De hecho, el desarrollo del cubismo tardío, entre 1915 y 1924, lleva sin ruptura a sus pinturas surrealistas de 1925 y posteriores. La obra de Picasso fue la que inspiró la idea de surrealismo que desarrolló André Bretón, y no al contrario. El clasicismo de Picasso aparece en dos fases: primero en las pinturas y dibujos de 1921-1925, después en aguafuertes de, aproximadamente, 1928 a 1935, y después. El propio Picasso dijo que esto había emergido como una reacción al cubismo, y en cierta manera participado por él. Es algo profundamente original, no una imitación del clasicismo griego o el neoclasicismo francés.

¿Cuál fue la filosofía y ciencia detrás del cubismo?

Me he pasado años buscando una fuente filosófica para el cubismo y no la he encontrado. Creo que nace de una serie de experimentos formales atrevidos, una colaboración entre Picasso y Georges Braque, inspirada por Cézanne, y que los críticos, después, descubrieron sus implicaciones filosóficas.

Prepara el libro Mirando a Picasso, en el que repasa toda su carrera. El público lo recuerda mucho por el Guernica, ¿ha tapado otras de sus aproximaciones a las cuestiones históricas y sociales?

Picasso es visto de maneras diferentes en sitios diferentes. Por suerte, el Guernica ha regresado a España, y por ello ocupa el papel más grande en el imaginario español sobre Picasso. En Nueva York lo vemos más en términos de Las señoritas de Avignon y otros monstruos, como Mujer vistiendo su cabello, de 1940, que está también en la ciudad, en el MoMA. Guernica es uno de los cuadros más importantes del siglo XX: un lamento eterno por las víctimas de violencia, por los muertos y los que sufren ahora en Siria y Ucrania tanto como por los ciudadanos de Guernica en 1937. Pero desde el punto de vista específicamente artístico, es solo una parada en el largo peregrinaje de Picasso. Transformó repetidas veces el arte moderno, desde su Periodo Azul a su última década.

¿Cuál era su propósito al pintar?

Lo que lo distingue, creo yo, es su búsqueda sin fin de nuevas formas para representar la figura humana y los objetos que congregamos en torno a nosotros. No se dispuso a expresar una nueva idea o sentimiento: buscó una nueva forma de representar el mundo, confiando, correctamente, en que una nueva técnica crearía un nuevo significado.

¿Qué era para él la libertad?

Isaiah Berlin decía que lo que le interesaba no era la “libertad de” sino la “libertad para”. Rechazó verse aprisionado por las formas convencionales de representar el mundo, o incluso por sus invenciones pasadas. Como dijo el crítico Carl Einstein en 1931, inyectó más imaginación en el mundo que ningún otro artista. Es su mayor lección para nosotros, hoy: la imaginación para ver que el mundo puede ser diferente.

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