Entrevista | Alba Carballal Escritora y arquitecta. Presenta su segunda novela ‘Bailaréis sobre mi tumba’

“El naufragio del ‘Prestige’ es mi primer recuerdo político”

“Recuperar la memoria de la ruta del Bakalao es saludable y necesario”

Alba Carballal, ayer, en la librería Berbiriana.  | // CARLOS PARDELLAS

Alba Carballal, ayer, en la librería Berbiriana. | // CARLOS PARDELLAS / Ana Carro

Un recorrido por la historia reciente de Galicia, unas vidas marcadas por el chapapote y un relato cultural que va de la movida viguesa a la ruta del Bakalao. Todo ello forma parte de Bailaréis sobre mi tumba, la segunda novela de Alba Carballal (Lugo, 1992). Sobre este libro habló ayer en la librería Berbiriana junto a Javier Pintor y Alejandra de Diego Lata.

Dice que los chavales de interior a menudo recuerdan la primera vez que vieron el mar pero que usted tiene grabada la primera vez que vio el chapapote. ¿Cuándo y por qué?

La verdad es que es uno de los recuerdos de infancia que conservo, se me quedó muy grabado. Lo vi en la costa de Lugo cuando fue el Prestige. Recuerdo dos cosas: por supuesto ver el mar negro y el olor, pero también recuerdo que por primera vez todos los adultos que conocía, mis profesores, mis padres, mis abuelos, estaban de acuerdo en algo. El consenso era que aquello no se podía permitir. El naufragio del Prestige es mi primer recuerdo político.

¿Pesa más ese tema político que el medioambiental?

Va todo unido. Es mi primer recuerdo político porque me di cuenta de que había cosas que eran más importantes que las meramente individuales o familiares. Yo era muy pequeña. Lo medioambiental y lo político, además en Galicia, que se le presto mucha atención a la tierra, está completamente ligado.

El naufragio del Prestige fue en noviembre de 2002, pero ¿cuál fue el germen de esta novela?

La verdad es que eso se quedó ahí durante años. En 2016, estuve en la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores escribiendo mi primera novela [Tres maneras de inducir un coma]. Cuando la terminé, que es una novela mucho más cómica y más ácida que esta, tuve la necesidad de echar la vista atrás y pensar en mis orígenes y en las cosas que me habían afectado. Una historia más personal. Este libro tiene más que ver conmigo. Empecé en Córdoba a dibujar las primeras páginas y este universo que planteo en la novela. Quería contar un poco lo que a mí me había afectado y para eso tenía que contar los otros dos desastres: Andros Patria y el Mar Egeo. Me di cuenta de que iba a ser una novela de época.

Comenta que este es un libro menos cómico que el anterior, pero aparece igualmente el humor negro tan característico de los gallegos.

Sí. Es que por mucho que tú te plantees como autor hacer una novela completamente distinta de la anterior y cambiar de tono, hay algo de lo que no puedes escapar que es tu propia voz. Mi voz, no sé si por gallega o por carácter, tiene ese punto de humor amargo del que me resulta difícil escapar. Quiero pensar que es una virtud y no un defecto.

A lo largo de la novela recorre también la historia contracultural de España con la movida viguesa o la ruta del Bakalao. ¿Cómo entra todo eso en este relato?

Se trata de una cultura de un país que estaba construyendo una jovencísima democracia. Dos realidades contraculturales: la movida viguesa, nacida un poco al calor de la reconversión naval en Vigo, el paro y una situación económica bastante desastrosa, que cristalizó en un montón de expresiones culturales, con grupos como Siniestro Total o Golpes Bajos, y una segunda parte, ya a finales de los 80, con la ruta del Bakalao. Es un fenómeno contracultural muy importante que se ha tratado de manera injusta. Propuso muchas cosas a nivel musical, estético y filosófico, pero los medios quisieron reducirlo a drogas, velocidad y accidentes de coche. Recuperar la memoria de la ruta es saludable y necesario.

En varios capítulos interpela al lector. ¿Era su intención crear ese diálogo?

Sí, para ello utilizo un recurso que es una narradora del siglo XXI que llamo narradora moderna, como una parodia de mí misma. Esa figura es consciente de estar contando hechos del pasado con los ojos del presente. En ese sentido es muy juiciosa con los personajes. Tiene más que ver con nosotros que con los 80. Creo que era la manera más honesta de contar esto. Las miradas al pasado están filtradas por las gafas del presente. He decidido contarlo de otra forma, con esa narradora tan sinvergüenza y que se mete tanto con el lector.

¿Por qué eligió Bailaréis sobre mi tumba como título?

El título es una combinación de la canción de Siniestro Total, una de las más importantes de la movida viguesa, y el libro de Boris Vian, Escupiré sobre vuestra tumba. Un libro estupendo que me gusta mucho. Me pareció un juego bonito por estos dos referentes y por el hecho de que al principio de la novela hay un muerto en una cuneta y no se sabe qué ha pasado con él.