SI NO LO LEO NO LO CREO

Seguridad coruñesa con precinto madrileño

Antón Peruleiro

En A Coruña nadie es forastero. Tanto es así que a veces nuestra ciudad puede convertirse en otras, según se mire: si se camina por Riazor uno puede llegar a sentirse en Copacabana, tal fue el argumento que Augusto César Lendoiro utilizó, en su día, para convencer a un joven Bebeto para hacer las maletas y cruzar el océano. Si coincide con el desembarco de los múltiples cruceros que recalan en el Puerto, la Marina pasa por una ciudad británica. Hace pocos días, A Coruña amaneció convertida en la capital del Estado: así lo indicaba el precinto que rodeaba el Museo de Belas Artes, que rezaba, sobre fondo rojo y junto al emblema del oso y el madroño, el lema “Ayuntamiento de Madrid”.