Entrevista | Francisco Burgos Arquitecto, responsable del proyecto de reforma del mercado de Santa Lucía

“Tiene sentido peatonalizar calles para que el acceso a Santa Lucía sea más amable”

“Es importante encajar los tres usos sin que ninguno adquiera una posición subsidiaria”

El arquitecto Francisco Burgos.   | // LOC

El arquitecto Francisco Burgos. | // LOC / Marta Otero Mayán

El nuevo Santa Lucía será más que un mercado. La superficie compatibilizará los usos de centro de salud, centro cívico y mercado municipal. El jurado del concurso de ideas eligió un proyecto presentado por el estudio madrileño Burgos & Garrido, cuyos responsables, Francisco Burgos y Ginés Garrido, se encargarán de definir y dirigir la obra del espacio. La propuesta se expone desde ayer en la sede coruñesa del COAG junto a las otras trece que se presentaron al concurso.

¿Cómo afronta una intervención que actúa sobre un edificio de Manuel Gallego Jorreto, emblema de la arquitectura en Galicia?

Es extremadamente respetuoso. Conocíamos el proyecto desde hace muchos años, lo reconocimos inmediatamente cuando se publicó el concurso. Nos interesó por esa razón; el poder contar con una base que tiene interés, y por otra parte porque esos tres usos diversos que sumaban hacía especialmente retador plantear una reutilización y darle una segunda vida a ese edificio. Está planteado en términos de, por una parte, máximo respeto al edificio, pero tratando de maximizar las cualidades que el edificio ya tiene, tratando de actualizarlas a unos nuevos requerimientos funcionales y a una fabricación constructiva que necesita.

El mercado de Santa Lucía es un símbolo del barrio. ¿Cómo encajará la rehabilitación con su entorno?

La intervención respeta todos sus términos la volumetría del propio edificio, apenas hemos intervenido en ella. Desde el punto de vista de su implantación volumétrica, no añadimos ni restamos nada, sino tratamos de sacar provecho de su morfología, que es muy adecuada también para esta segunda vida. Lo que pensamos que sí experimentará el edificio con este nuevo uso es que, ya que va a ser un uso más intenso que el que tuvo en su momento, que ya fue un espacio de encuentro con los vecinos, se suman otros dos usos que, entiendo, convertirán el edificio en un polo de interacción vecinal. Está situado en un lugar estratégico del barrio, nos consta que va a ser necesaria una intervención en el perímetro para que el edificio se encuentre de una manera más amable con las calles. Probablemente tendrá sentido peatonalizar alguna de ellas, o reurbanizarlas, para que el acceso al edificio sea más amable para el peatón. La integración del edificio va a ser, por una parte, arquitectónica, pero eso está resuelto en el edificio original. Hay una serie de operaciones en la propia intervención que hacen que tanto el programa como el cómo se presenta ante los usuarios, se convierta en un nuevo corazón del barrio.

¿Propone un acompañamiento a nivel urbanístico al proyecto de reforma que fomente también esa condición de espacio de interacción entre los vecinos?

Sí. Los concursos son ocasiones estupendas para hacer planteamientos que, a veces, no se pueden hacer de otro modo. Pensamos que el edificio, en determinados momentos, quizá en fines de semana, podía llegar a expandirse hacia alguna de las calles de la ciudad, a través de la organización de encuentros sociales o mercadillos, de modo que la presencia del edificio no se limite a su propio perímetro, sino que sea capaz de irradiar actividad urbana a su entorno. No es un entorno fácil, porque la topografía no ayuda mucho, pero creemos que es posible, con una intervención modesta, que la relación entre el edificio y el espacio público sea un poco más amable.

¿Cuál es su estrategia para reconvertir ese espacio interior?

Había un programa minucioso para cada uno de los tres espacios. Nos parecía importante que fuera posible encajar los tres sin que el edificio perdiera su configuración, que es valiosa, y que, por otra parte, ninguno de los tres usos adquiriera una posición subsidiaria: que mercado, centro de salud y centro cívico, los tres, se presentaran como elementos de la misma categoría, por mucho que sus superficies fueran diversas. Una de la cuestiones que hace que un uso determinado se haga más presente tiene que ver con los accesos. Una de las propuestas de proyecto es que los accesos estén ubicados en la calle principal, en Doctor Fleming. Este edificio, que tiene tres calles, podría indicar la posibilidad de que se utilizaran las tres calles para tres accesos diferenciados, pero eso daría la presencia predominante de uno de los usos. Creemos que el edificio debe presentarse como un todo, y permita el acceso desde la fachada principal. Desde ese punto se va a poder acceder a los tres usos en pie de igualdad.

A priori, pueden no parecer usos compatibles.

Yo creo que sí. Cada vez es más habitual, en arquitectura, combinar usos. Porque eso hace que la arquitectura sea sostenible en un sentido diferente al habitual, que se emplee más. Los grandes polideportivos se usan cada vez más, no solo para hacer deporte, sino para otras actividades, de modo que el edificio ofrece mayor rendimiento en otros momentos del año. Con esto, yo creo que ocurre un poco lo mismo. Son tres usos que tienen horarios distintos, pero me parece que son perfectamente compatibles. Van a poder convivir perfectamente.

Es una estrategia que sigue las directrices del llamado urbanismo con perspectiva de género: combinar usos, acercar equipamientos unos a otros y facilitar la vida de los vecinos.

Sí. Creo firmemente que darle una segunda vida a un edificio que ha sido tan importante en el barrio y multiplicar su actividad garantiza la usabilidad del edificio, que es uno de los elementos que le dan vida y sentido a la arquitectura y que hace la vida mejor a la gente que vive allí. Si los centros culturales o cívicos que se construyen en los barrios tuvieran multiplicidad de usos seguramente los harían más versátiles y apreciados por la gente.

Inclinó la balanza en la decisión no solo el diseño, sino los criterios de eficiencia energética. ¿Cómo se definen?

Desde la propia construcción, que es una variable importante para definir que un edificio está concebido con criterios de sostenibilidad, hasta la producción y la distribución de la energía, el frío y el calor, o la utilización de las cubiertas como campo solar que colabore en la producción de energía se ha concebido de manera unitaria. Contamos con especialistas que nos ayudaron a decidir de qué manera un edificio de esta escala y usos podía tener unas prestaciones de sostenibilidad máxima. Hay cuestiones clave que tienen que ver con la envolvente del edificio, cuya definición se ha cuidado especialmente su definición, de momento solo teórico, hasta la forma de producir la climatización del edificio. Hemos utilizado la cubierta para incorporar paneles fotovoltaicos y un sistema que regule la radiación del sol en el interior. A lo largo del año el edificio rechazará o recogerá la radiación social para colaborar en su atemperamiento o su refrigeración.