Callejero de A Coruña: Salgado Torres, el impulsor de los polígonos

Calle Enrique Salgado Torres, en A Coruña

Calle Enrique Salgado Torres, en A Coruña / J.Roller

RAC

Si hay un vecino de A Coruña que se haya destacado por favorecer la construcción de viviendas en su ciudad, este ha sido Enrique Salgado Torres. A su iniciativa se deben los polígonos residenciales de Elviña, Zalaeta y San Pedro de Mezonzo. Los coruñeses tuvieron la suerte de que un paisano suyo ocupase el cargo de director general de la Vivienda en los años sesenta. Hay que recordar que en aquel momento la población de la urbe crecía a un ritmo vertiginoso.

Salgado impulsó desde su alto cargo en el Gobierno franquista la construcción de los barrios que habrían de acoger a miles de coruñeses durante los años siguientes. También contribuyó decisivamente a que la ciudad consiguiera uno de sus mayores anhelos: el aeropuerto de Alvedro. Pero, además, Enrique Salgado era un hombre inquieto que soñaba con resolver gran parte de los problemas urbanísticos de A Coruña. Entre sus proyectos figuraba la realización de una avenida entre el Orzán y La Marina a la altura de San Nicolás, la prolongación del polígono de Elviña hasta As Xubias, la construcción de un nuevo puente en O Burgo y la extensión de la avenida de Alfonso Molina. Sin embargo, un cambio en el Gobierno provocó la destitución de Salgado, cuya labor no fue desmerecida por los coruñeses.

La tercera ronda desemboca en Salgado Torres

La tercera ronda desemboca en Salgado Torres / VICTOR ECHAVE

La ciudad le entregó su Medalla de Oro y le dedicó una larga y amplia avenida en uno de los barrios que gestó: el polígono de Elviña. Con casi dos kilómetros de longitud, la calle que lleva el nombre de Salgado Torres se ha convertido en una de las principales vías de acceso a la ciudad. La avenida enlaza el casco urbano con el polígono de Agrela y con la carretera que se dirige hacia Arteixo y a Carballo. En su inicio, para evitar la intersección con la avenida de Alfonso Molina, cuenta con dos túneles paralelos de 270 metros de longitud.

Con la entrada en servicio de la tercera ronda (AC-14), parte de su fisonomía cambió de forma considerable: en la actualidad cuenta con una rotonda a la altura de General Rubín y otra en Lonzas, donde se construyó una gran glorieta. En este último punto desemboca la tercera ronda.