La historia, a bordo de un vehículo

El Museo de Automoción e Historia divulga las primeras imágenes de sus instalaciones, que reflejan la evolución social y del mundo del motor a lo largo del último siglo

La aparición de los primeros vehículos a motor a finales del siglo XIX hace que un repaso a la trayectoria de este medio de locomoción pueda ser aprovechada para efectuar un recorrido por la historia de la pasada centuria. Ese es precisamente el hilo conductor del contenido del Museo de la Automoción e Historia, el centro que la Fundación Jorge Jove abrirá el próximo 16 de diciembre en el polígono de Sabón y que ahora da a conocer las primeras imágenes de sus instalaciones.

A lo largo y ancho de 15.000 metros cuadrados se expondrán más de 300 vehículos de todos los tipos fabricados desde los inicios del automóvil hasta nuestros días. Muchos de esos coches, camiones, autobuses, furgonetas, motos e incluso blindados tienen valor por su rareza, diseño o por representar a un determinado momento histórico, pero el museo añade a su presencia la relación que mantienen con el periodo en el que vieron la luz.

Piezas de la literatura, la música, el arte, el deporte, la economía y el cine del siglo XX aparecen en las salas del museo junto a los vehículos, que forman parte de la colección reunida por el empresario Ángel Jove Capellán durante cuarenta años. En esas décadas, este amante de la automoción no solo adquirió ejemplares que son auténticas joyas del motor, sino que incluso se encargó personalmente de su restauración, a lo que sumó el rescate de toda la documentación de la desaparecida marca española Pegaso, un mito de la automoción nacional.

Hispano Suiza

Son precisamente los vehículos que fabricaba la Empresa Nacional de Autocamiones (Enasa) y su antecesora, Hispano Suiza, los que se exhiben en la primera de las salas del museo, que en la contigua permite apreciar la calidad técnica de los motores Pegaso.

La música es la protagonista de otro de los espacios de este recinto, en el que se pueden contemplar los diferentes tipos de reproducción de sonido a lo largo del tiempo y también se oferta un taller interactivo sobre este tema.

La participación de los vehículos de motor en la evolución de la actividad agrícola es objeto de una sala específica en el museo, que además dedica un espacio de homenaje a los gallegos que destacaron en las diferentes especialidades deportivas de la automoción. Todos los elementos que se exponen cuentan con un código QR que permite a los visitantes recibir información acerca de sus características.

Pero la Fundación Jorge Jove pretende que este museo no sea solo un complejo expositivo, sino que también tenga carácter educativo, para lo que se organizarán talleres destinados a personas de todas las edades y se permitirá el acceso a su biblioteca y a su aula de formación, que también podrán ser utilizadas por investigadores sobre la industria del automóvil.

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