Sucesión de “confianza” para dar impulso al Museo Arqueológico de A Coruña

José María Bello, anterior director, avala la designación de Jaime Oiza al frente del Arqueológico, para el que pide al Concello más personal

Acceso al Museo Arqueológico en el castillo de San Antón.   | // IAGO LÓPEZ

Acceso al Museo Arqueológico en el castillo de San Antón. | // IAGO LÓPEZ / R. D. Rodríguez

Hace más de seis años que José María Bello se jubiló como director del Museo Arqueológico de A Coruña en el castillo de San Antón, que desde entonces no ha tenido responsable. El Concello acaba de nombrar a su sustituto, Luis Jaime Oiza Galán, que hasta ahora ejercía como jefe del departamento de exposiciones y conservación de arte mediante una comisión de servicios. El relevo ha sido acogido con “optimismo” y “confianza” por Bello, a quien la Seguridad Social le reconoció en 2017 como accidente de trabajo el cáncer que contrajo por haber estado expuesto al gas radón en su despacho del museo. El antiguo director elogia las capacidades de su sucesor al mismo tiempo que hace un llamamiento al Concello para que dote de personal suficiente al museo para que goce de prestigio.

“Que el Museo Arqueológico sobreviva es un milagro. Con Ana Martínez, que desde que me marché ha asumido las tareas técnicas y administrativas que hacen cuatro personas, y con Jaime Oiza se pueden seguir haciendo milagros, siempre que les ayuden desde el Ayuntamiento, que no los zancadilleen”, considera Bello.

En su mensaje a la administración local, el exdirector apunta a la necesidad de reforzar la plantilla. “No creo que el museo se haya descuidado, pero hay funciones que antes hacía el museo que ahora no se pueden hacer porque falta personal. Creo que faltan trabajadores técnicos para el tratamiento de los materiales y en el área técnico-administrativa sería necesaria al menos una persona más. El Arqueológico tuvo en su momento importantes publicaciones, de alta calidad científica, con una veintena de títulos anuales que eran reconocidos en los rankings y muy apreciados en universidades y centros de investigación”, estima.

Bello ha colaborado con Oiza en distintos trabajos en los últimos treinta años, como en exposiciones relacionadas con la Torre de Hércules. De su sucesor destaca su “cabeza ordenada”. “Tiene una experiencia impresionante como comisario de exposiciones y está acostumbrado a trabajar con arqueólogos e historiadores. Es un hombre creativo, crítico, muy serio y metódico, que puede aportar mucha serenidad y visión global al museo”, cree Bello.

Concentración de radón

La dirección de Bello en el Museo Arqueológico, al que llegó en 1992, estuvo marcada por la exposición al gas radón. Hasta 2010 ocupó un despacho expuesto a este gas que le produjo cáncer de pulmón, del que fue operado siete años después. La Seguridad Social declaró su dolencia como accidente laboral y se jubiló en mayo de 2017. “Hubo que hacer mediciones obligatorias porque la concentración de radón era brutal. No sé si el Concello las hizo”, dice Bello.

Consultado por este periódico, el Gobierno local no ha respondido si en el Arqueológico solucionó los problemas de concentración de radón existentes. En los últimos años el Concello llevó a cabo controles en otras instalaciones municipales en que se había detectado, como la Torre de Hércules, la Domus, el Centro Ágora y el Palacio de María Pita.