La falta de un convenio entre Xunta y Concello retrasa las obras de mejora de la Torre de Hércules y su entorno

La mejora del espacio natural del entorno que rodea a la Torre de Hércules y la restauración de las cámaras y salas del edificio todavía está en aire. A pesar de que la Xunta asegura tener el proyecto listo para licitar las obras, el Ejecutivo gallego está a la espera de la firma del convenio con el Concello coruñés que le permita poder ejecutar las actuaciones, que cuentan con un presupuesto de 1,2 millones de euros procedentes de las ayudas europeas para la rehabilitación de Bienes de Interés Cultural (BIC). En todo caso, fuentes autonómicas aseguran que esos fondos no han sido perdidos, ya que el plazo para terminar las obras —que están previstas que duren medio año— finaliza en octubre de 2025.

“La Xunta tiene el proyecto listo para licitar. Estamos esperando desde hace seis meses para firmar el convenio de disponibilidad del bien, que nos permite hacer la obra en la Torre”, aseguran fuentes del Gobierno autonómico. “La Xunta tiene el dinero, tiene el proyecto y puede empezar la obra”, recalcan, para responsabilizar al Concello del retraso en la ejecución de las obras. Preguntado por esta cuestión, el Gobierno de Inés Rey no se ha manifestado.

“No se están perdiendo los fondos, se está perdiendo el tiempo”, matizan desde la Xunta, que considera que la reforma del entorno de la Torre debería ser “prioritario” para el Ejecutivo local para fomentar el turismo en la ciudad. “Estas obras ya podrían estar casi finalizadas”, concluye la Xunta.

El proyecto que prevé ejecutar el Concello con cargo a estas ayudas, financiadas con fondos Next Generation, incluye la mejora del Espacio Natural de Interés Local de la Torre, que abarca todo su entorno, la restauración de las cámaras del monumento, así como las señales y el alumbrado ornamental. La reforma incluye también la rehabilitación de la sala Giannini, que incluye el espacio circular que está entre el cuerpo del edificio y la linterna, que mantiene en gran medida el suelo romano original.

Otra de las actuaciones programadas se acometerá en el pequeño edificio del siglo XIX que protege la inscripción latina que se encuentra al pie de la Torre de Hércules con el nombre de Gaio Sevio Lupo, el arquitecto del faro romano, que dejó su nombre en la piedra para ser recordado con el paso de los años.

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