Entrevista | Elisa García Profesora de la Complutense, impartió en la UDC la charla ‘Manosfera y troleo de género’

“Muchos malestares contemporáneos de los hombres se canalizan en el antifeminismo”

“Hay creadores de contenidos que han visto rentabilidad en los mensajes misóginos”

La investigadora de la Universidad Complutense Elisa García Mingo.   | // LA OPINIÓN

La investigadora de la Universidad Complutense Elisa García Mingo. | // LA OPINIÓN / Enrique Carballo

Elisa García Mingo es profesora de Sociología en la Complutense, y el jueves participó en el seminario Mapeando Violencias de Xénero Dixitais, organizado por el Centro de Estudos de Xénero e Feministas de la Universidade da Coruña (UDC), con la conferencia Manosfera y troleo de género. Considera que muchos hombres están canalizando sus frustraciones a través de la participación en espacios antifeministas en redes.

¿Cómo define manosfera?

Un conglomerado de espacios digitales de sociabilidad masculina muy misóginos. Hay espacios clásicos de foros, como Forocoches, y creadores de contenidos que han visto que hay una cierta rentabilidad derivada de generar estos contenidos, que les dan trafico y seguidores. Cada uno funciona de manera individual, pero son una malla.

¿A qué llama troleo de género? ¿Son críticas en clave de humor?

No, es como han llamado a todos los comportamientos en internet contra mujeres por el hecho de ser mujeres. Incluye insultos, amenazas de violación, campañas de desprestigio, acoso... De troleo clásico más soft tiene poco. Tiene que ver conque internet se esté convirtiendo en un espacio hostil para muchas mujeres.

¿Cómo son los ataques?

Identificamos tres formas de violencia machista en internet. Una es la de ataques individualizados a mujeres destacadas: políticas, periodistas, deportistas como en la selección española [de fútbol], influencers, activistas, artistas... Nos encontramos con campañas de acoso, como los famosos caso de jugadores que se organizan para acosar a videojugadoras o a periodistas que hablan de videojuegos.

¿Cuál sería el segundo?

La violencia sexual digital, en este caso sexista, contra mujeres y niñas, que le ocurre sobre todo a adolescentes y jóvenes. Incluye la mal llamada pornovenganza, la difusión de contenido digital sin consentimiento, el envío no solicitado de contenidos sexuales, el acoso sexual... Y una tercera forma es la manosfera, una misoginia digital organizada, y no tanto destinada a atacar a mujeres en concreto, que también, sino a difundir ideas contra la igualdad, como el hecho de que las asociaciones de apoyo víctimas de violencia de género son chiringuitos feministas.

¿Quienes cometen estos actos?

Hay diferentes motivaciones. Hay creadores de contenido que ven rentabilidad económica en la misoginia. A veces tiene que ver con prestigio, como en Forocoches, con gente que se dedica a apropiarse de desnudos sin consentimiento. Y luego hay comunidades de usuarios que se suscriben, dan likes o consumen los contenidos.

¿A qué achaca lo último?

Hay muchos varones que encuentran consuelo, bienestar, en espacios solo de hombres en los que se defiende la idea del red pill [píldora roja], que los hombres tienen que despertar de la trama del feminismo. Es una cámara de eco, y si tienes estas ideas te encuentras bien porque te hacen sentir la víctima. Y hay adolescentes que tienen preguntas sobre cuestiones de género, como el consentimiento o la brecha salarial, y van a informarse a estos espacios. Muchos de los malestares contemporáneos de los hombres que no tienen necesariamente que ver con el feminismo, como la mala salud mental o la precariedad laboral, el desencanto con el futuro, esa frustración, se canalizan en mensajes antifeministas. En una investigación, nos encontramos conque les preguntábamos a adolescentes qué les preocupa, y decían el feminismo, pero cuando rascábamos veíamos que les preocupaba el futuro.

¿Qué cambios de modelo social explicarían esa respuesta?

La masculinidad se basa en ciertos mandatos, como la autoridad racional masculina: los hombres son los que han explicado y pensado el mundo, y de repente hay mujeres científicas. Hay una crisis de espacios: quejas porque hay mujeres árbitros o jugando a videojuegos. Los hombres eran los principales proveedores, y nos encontramos con hombres desempleados. En Forocoches la masculinidad es tener un buen coche, ganar mucho dinero, ir al gimnasio. Está la pérdida de privilegios y espacios y frustración por no alcanzar los mandatos. La manosfera muchas veces da sensación de bienestar o ser escuchado a muchos hombres que se sienten muy mal.

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