Los sanitarios piden “más que psiquiatras” para la salud mental de las personas sin hogar

Los profesionales demandan espacios específicos y trabajadores sociales para un abordaje multidisciplinar | Los psiquiatras denuncian falta de camas y de residencias de psiquiatría

Una ambulancia en la entrada de Urgencias del Chuac. |   // VÍCTOR ECHAVE

Una ambulancia en la entrada de Urgencias del Chuac. | // VÍCTOR ECHAVE / Jacobo Caruncho

El sector sanitario respalda la demanda de las entidades sociales coruñesas, que reclaman un mayor apoyo en el ámbito psiquiátrico para las personas que viven en la calle, que se ven “desamparadas” para el abordaje de su salud mental. Pero la figura del psiquiatra no sería suficiente para prestar un apoyo “integral” a este colectivo. “Necesitan más que un psiquiatra”, sentencian fuentes del ámbito sanitario, que consideran que para alcanzar una solución “adecuada” a las necesidades de las personas que viven en la calle es necesario crear espacios residenciales donde puedan ser tratadas y acompañadas “en unas buenas condiciones de vida”. A todo esto se suma una figura que el sector ve “imprescindible”: la de los trabajadores sociales, un perfil con el que no cuentan “la mayoría de la unidades de psiquiatría” y que es el encargado de conocer y hacer un seguimiento de la realidad socioeconómica de las personas.

El caso del hombre abatido por un agente de la Policía Nacional que fue atacado con una barra de hierro en Agrela el pasado día de Navidad esconde un problema de salud mental. La víctima padecía esquizofrenia, según señaló su madre, que aseguró que no había sido tratado de forma suficiente. El Sindicato Unido de Policía (SUP) indica que se le había trasladado en dos ocasiones al Chuac sin que lo derivasen a psiquiatría o lo internasen, mientras que el Sergas defiende que se actuó en base a “criterios médicos” al darle alta.

Ante este caso, las entidades sociales de la ciudad pusieron el foco sobre la necesidad de un apoyo psiquiátrico para las personas sin hogar, que en muchos casos sufren problemas mentales como depresión, ansiedad, esquizofrenia o psicosis. El sector sanitario ve “más que evidente” esta necesidad, pero considera que el apoyo psiquiátrico debe ir acompañado de otros recursos para que sea “efectivo”. “Esta gente necesita más que un psiquiatra, abordar la atención de estas personas desde el punto de vista psiquiátrico es insuficiente. Hacen falta espacios residenciales específico donde tengan una acogida y puedan dormir, comer y ducharse, hacer vida y a la vez se pueda hacer una rehabilitación funcional pensando en su salud mental e integral”, comenta Ramón Veras, médico de familia y portavoz de la plataforma SOS Sanidade Pública.

Según su criterio, la “gran mayoría” de las personas sin hogar no reciben tratamiento psiquiátrico “porque no ven esa necesidad y no lo quieren”. “Pero un espacio creado para hacer una acogida en condiciones con un equipo multidisciplinar podría ayudar a este colectivo a tratar sus problemas de salud mental. Necesitamos un sitio donde se sientan libres y no se marchen, para que pueda haber un seguimiento por parte de un equipo facultativo”, concluye.

Desde la Asociación Gallega de Psiquiatría, su presidente, José Ramón Silveira, pone el foco sobre la escasez de camas para pacientes psiquiátricos y la inexistencia de residencias para personas con problemas de salud mental. “En A Coruña no hay unidades de rehabilitación donde mantener a un paciente ingresado y en toda Galicia no hay ni una sola residencia desarrollada para personas con discapacidad psíquica”, denuncia, para recordar que el área sanitaria coruñesa cuenta con unas “escasas treinta camas” para ingresar a los pacientes con problemas de salud mental.

El departamento de salud de la CIG denuncia también la “insuficiencia de recursos” para abordar estas enfermedades y dar solución a las personas que viven en la calle. Para ello, consideran “imprescindible” que las unidades de salud mental cuenten con trabajadores sociales. “Las plantas de psiquiatría están saturadas y a nivel ambulatorio, la mayoría de las unidades no están provistas de un equipo completo y no existe la figura del trabajador social. Él es quien podría llevar a cabo las visitas continuadas y hacer un seguimiento de estos pacientes, atendiendo a su situación socioeconómica”, explica la responsable de salud del sindicato, Lucía Fraga.

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