El nuevo plan de la Torre propone construir un edificio en Adormideras y trasladar el ‘parking’

El Concello, que solicita el inicio de la evaluación ambiental, defiende la alternativa en la que la edificabilidad pasa de 37.000 a 8.700 metros cuadrados

El frontón también se trasladaría y se levantaría un edificio en la calle Lagoas

Turistas visitan la Torre de Hércules

Turistas visitan la Torre de Hércules / Víctor Echave

Con este plan se podrá, según la regidora, definir la ordenación del parque de la Torre “en lo que se refiere a dotación de espacios libres, zonas verdes y posiblemente equipamientos que puedan tener uso público o residencial”. Rey insistió en que la propuesta definitiva “dependerá de la evaluación ambiental”. La Torre de Hércules es también Bien de Interés Cultural y, desde diciembre de 2019, Espacio Natural de Interés Local (ENIL), lo que también se tiene que tener en cuenta en este documento.

El Concello propone para el Plan Especial de Protección y Reforma Interior de la Torre de Hércules que se permita construir un edificio de bajo y tres alturas en la cantera de Adormideras y trasladar el aparcamiento y el frontón a la zona donde estaba la chatarrería, junto a la avenida de Navarra y la calle Regata Cutty Sark, que es la que baja hacia Adormideras. Así la edificabilidad pasaría de los 37.000 metros cuadrados previstos en el plan general a 8.735. También se permitiría levantar un bloque residencial de bajo y cinco alturas entre las calles Lagoas y Faro de Fisterra, detrás del centro de formación Ánxel Casal.

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La Junta de Gobierno Local aprobó ayer la solicitud del inicio de la evaluación ambiental necesaria para tramitar el plan especial de la Torre, pendiente desde 2009, cuando el faro fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La alcaldesa, Inés Rey, explicó que el objetivo es “remarcar las líneas estratégicas de actuación para la ordenación” del parque de la Torre y señaló que la idea es “naturalizar y recuperar al máximo” el Espazo Natural de Interés Local (ENIL) de la Torre “y evitar la posibilidad de edificar en este espacio patrimonial”.

Aunque el documento incluye cuatro propuestas —una de ellas es mantener la zona tal como está y el resto o suprimir o reducir la edificabilidad—, el Concello defiende el plan que permite construir un edificio de tres plantas y 8.735 metros cuadrados en Adormideras, en la plaza del Galatea. Para evitar nuevas construcciones en el entorno, se propone levantar otro edificio entre las calles Lagoas y Faro de Fisterra. Además, se eliminaría el aparcamiento que hay a los pies de la Torre para habilitar uno nuevo en la avenida de Navarra, donde se encuentra la chatarrería. Rey detalló que el parking pasará de tener “8.000 metros cuadrados a 17.000”. En esta propuesta también se incluye el traslado del frontón de la Torre a la calle que baja hacia Adormideras.

En la documentación figuran otras dos alternativas: una en la que se suprime por completo la edificabilidad en la zona, como se acordó en el pleno municipal el 12 de septiembre de 2016, y otra en la que se permitiría edificar 30.000 metros cuadrados. Sin embargo, el Concello apuesta por la que permite un edificio en la cantera de Adormideras. Esta, de todos modos, no cumple con la totalidad de las sentencias judiciales dictadas sobre este ámbito. Los propietarios de los terrenos del Agra de San Amaro llevaron el asunto a los juzgados porque el Concello les impidió edificar en ellos lo que recogían los acuerdos firmados entre ambas partes en 1993 y 2006. Parte de esta edificabilidad fue la compensación otorgada por el Ayuntamiento a propietarios que cedieron suelo para ampliar el paseo marítimo. La declaración de la Torre como Patrimonio de la Humanidad llevó al Ayuntamiento a no permitir la construcción de nuevos edificios en el Agra de San Amaro. Tras los recursos judiciales de los propietarios, las sentencias avalaron la prohibición pero reconocieron su derecho a ser indemnizados por la Administración.

“Es el primer paso para recuperar el paisaje que rodea la Torre”, señaló la alcaldesa, que recordó, a preguntas sobre qué pasara con los promotores que tienen derechos de edificabilidad, que este es “el inicio de un procedimiento que precisa del informe preceptivo de otras administraciones, en este caso la Xunta, que es la que tiene la competencia en la evaluación ambiental”. “Luego habrá plazo de exposición pública, de alegaciones y de dictamen y en todo eso se tratarán esas cuestiones y otras”, detalló.

De hecho, para llevar adelante su propuesta también necesitará apoyos dentro del Palacio de María Pita, ya que no tiene mayoría en el pleno. No obstante, el BNG, que firmó el acuerdo de investidura y votó a favor de los presupuestos que entraron en vigor el pasado día 1, ya se mostró en varias ocasiones en contra de edificar en Adormideras, al igual que los vecinos de la zona. Fueron los nacionalistas los que llevaron al pleno la moción que se aprobó por unanimidad en 2016 para suprimir la edificabilidad en esta zona.

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La tramitación del plan especial se inició en 2013, cuando entró en vigor el Plan General de Ordenación Municipal y cuatro años después de que la Torre de Hércules fuese declarada Patrimonio de la Humanidad. En este tiempo se presentó la documentación de las fases de información urbanística y el diagnóstico de la situación de aquel momento, pero no se realizaron más avances hasta que en abril del año pasado el actual Gobierno local inició la contratación de la redacción de la norma. El Gobierno de Marea inició trámites para evitar las construcciones en Adormideras —rechazada por los vecinos y el BNG y después de que el Pleno aprobase una moción en contra de ellas— pero nunca los concluyó. La alcaldesa, Inés Rey, señaló ayer que el Concello tiene “la intención y la obligación de modificar” el diseño urbanístico de la zona “para mantener el monumento en las mejores condiciones” ya que el actual es anterior a 2009, cuando la Unesco declaró el faro Patrimonio Mundial.

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