Los comerciantes de Monte Alto denuncian una oleada de robos a causa de los ‘narcopisos’

Los establecimientos comerciales del entorno de la parte alta de la avenida de Hércules son víctima en las últimas semanas de continuos robos por parte de drogodependientes, según denuncia la Asociación de Vecinos y Comerciantes de Monte Alto. Su presidente, José Luis Boado, atribuye esta situación a la existencia de varios narcopisos en el barrio ocupados por personas que en los meses anteriores desarrollaban la misma actividad por la zona de As Atochas.

“Estamos hablando de narcopisos, no de una familia necesitada, sino de gente que está cometiendo un delito, por lo que hay que desalojarlos”, afirma Boado, quien apuesta por ejercer presión policial en la zona para conseguir la marcha de estas personas, como considera que se hizo con los drogodependientes que se congregaban a diario en la plaza del mercado de Monte Alto.

El presidente de los comerciantes señala que el colectivo está elaborando un informe sobre los robos en el barrio para entregárselo a la Policía Nacional en la reunión programada con sus dirigentes para la próxima semana. “Se vuelve a oír en el barrio la propuesta de hacer patrullas ciudadanas, pero es algo a la que no queremos llegar porque en la asociación creemos que no es la solución”, explica Boado,

Como ejemplo de la impunidad con la que actúan los delincuentes, detalla que de una tienda de ropa se llevaron las plantas y las colocaron en el exterior de un piso ocupado en la calle Washington, por lo que su propietaria les puso un cartel que dice: “Haz el favor de regar las plantas que me robaste, gracias”.

“A primeros de diciembre me reventaron uno de los escaparates pero no pudieron entrar a robar, pero hurtos de entrar a coger algo y salir corriendo tenemos a diario”, declara Ángela Cibeira, responsable de la tienda de chucherías Endulzarte. “Ya les ponemos hasta cara y nos pasamos la información de unos comercios a otros para estar atentos”, comenta sobre los delincuentes, cuya actuación asegura que “va en aumento y es un sin vivir” y cuya última víctima ha sido la peluquería Sentidiños, a la que le rompieron la puerta de cristal.

“Tuvimos varias tentativas de robo pero nos enfrentamos a ellos y los echamos fuera”, Manuel Martínez, propietario de la mercería La Ilusión, quien señala que los problemas empezaron con la actividad un narcopiso “y ya tenemos localizados cuatro”. Según explica, “hay mucha más gente afectada en el barrio que no lo ha dicho”, por lo que los afectados están recabando datos y piensan convocar una concentración de vecinos y comerciantes . “Esto no se puede dejar así porque va a ir a más”, sentencia.

“El lunes le hice frente a uno cuando intentaba llevarse una máquina de cortar el pelo y la semana pasada eché a tres”, recuerda Javier Prego, propietario de la tienda de electrodomésticos Comercial Vigo’s. “Hace tiempo uno se quiso llevar una tele de la zona de exposición y llegó a desenchufarla y hace tres semanas una chica intentó cogerme un microondas”, explica sobre el atrevimiento de los ladrones, por lo que advierte: “Si antes andaba con cien ojos, ahora ando con mil”. Además de cámaras de seguridad, su comercio cuenta con sensores de movimiento, a lo que suma que a la hora de comer baja las persianas del escaparate, lo que antes no hacía.

Fuentes policiales detallan que en la zona ha sido denunciado un robo con fuerza en los últimos días y que si hay otros delitos o intentos de cometerlos que no se ha comunicado debe hacerse con el fin de que los agentes puedan actuar.

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