La madre de Yoel Quispe: “Mi niño tenía mucho por delante. Quiero que se haga justicia”

Maritza Yovana Gómez vive en un permanente impás desde la mañana del 24 de diciembre, cuando recibió la llamada que teme cualquier padre o madre. “Mi hija pequeña es lo único que me hace seguir adelante. No lo asimilo, es muy fuerte”, cuenta, un mes después de la muerte de su hijo. Yoel Quispe, coruñés de origen peruano, perdía la vida en la intersección de la calle Sinfónica de Galicia con Juan Flórez, tras recibir una puñalada en el abdomen y otra, mortal, en el corazón. Antes del fatal desenlace, el joven había estado involucrado en una pelea con varios implicados, en la que, según las pesquisas policiales y tal y como desvela un vídeo que obra en poder de la familia, el joven iba solo.

Un detalle que la madre no pasa por alto y por el que exige que prosigan las investigaciones y las detenciones. “Quiero que se haga justicia, pero justicia de verdad. Que se siga investigando. En el vídeo que corrió por redes sociales hay más personas que tres, más culpables. Todos los involucrados deberían estar en la cárcel, para que se haga justicia de verdad”, demanda la madre del joven. Pocos días después del suceso, la Policía Nacional detuvo a tres personas como principales implicados en los hechos; todos ellos, jóvenes entre 18 y 21 años y vecinos de A Coruña. Finalmente, solo uno de ellos sigue en prisión sin fianza, acusado de homicidio, a la espera de juicio. Los otros dos quedaron en libertad, pero con obligación de comparecer cada quince días en sede judicial. “Lo único que sé es que hay más de tres implicados. Solo uno está en la cárcel, cuando todos deberían estar adentro, porque no auxiliaron a mi hijo”, insiste la madre.

Maritza Yovana Gómez vive en la inercia desde aquel día, y no hay día en el que no piense en su hijo y en todos los planes que le quedaron por hacer. Algunos de ellos, recuerda, ya con fecha en el horizonte. “Mi niño tenía mucho por delante. Tenía muchos planes. Quería viajar a Perú próximamente, llevaba sin ir desde los 12 años”, lamenta su madre.

Para ella, el momento más duro del trance que afronta desde entonces es el día a día, cuando su hija pequeña nota la ausencia que llena la casa, en la que Yoel Quispe era un pilar fundamental. “Me pongo muy mal cuando mi hija pequeña busca a su hermano”, relata, aunque, adelanta, ella y todo su entorno se asegurarán de que la pequeña crezca con la referencia del fallecido muy presente. A pesar de los momentos complicados que vive, Maritza dice sentirse muy arropada por su familia y amigos, y también por la ciudad de A Coruña. A la muerte de Yoel sucedió una ola de solidaridad que llenó las redes sociales y también las calles, en las concentraciones que sus allegados, entre los que destacan sus compañeros del Club Deportivo Cristal, promovieron para mantener viva la memoria del joven y seguir pidiendo justicia y que se esclarezcan las causas de su muerte. “Me siento muy arropada por la gente, por mis compatriotas, por la familia y los amigos. Siempre están conmigo, no me dejan sola en mi casa”, cuenta.

También agradece el tratamiento mediático de los hechos y pide que no cese la atención sobre el suceso, para que la gente “no olvide” que el caso sigue abierto. “Estoy muy agradecida por la implicación de la prensa desde el primer momento que sucedió. Ahora hay que seguir, para que se haga justicia”, pide. Su madre demanda, asimismo, “más seguridad en las calles” para que “no vuelvan a repetirse” sucesos de la misma naturaleza. “La policía llegó 25 minutos tarde cuando ocurrió todo. Pido más seguridad en las calles, porque tengo sobrinos, familiares de la misma edad, que están preocupados”, cuenta.

Nuevas imputaciones

Pocos días después del apuñalamiento mortal que acabó con la vida de Yoel Quispe, la Policía Nacional llevaba a cabo las primeras detenciones, un total de tres. Hasta el momento, solo uno de los primeros tres arrestados, un joven coruñés, permanece en prisión sin fianza como presunto autor del apuñalamiento. Otros dos varones fueron detenidos y fueron puestos en libertad, aunque deberán comparecer en el juzgado cada quince días.

Los abogados que representan a la familia del joven, que estuvieron presentes en la concentración en su memoria que se celebró hace pocos días, apuntaron que la instrucción del caso se encuentra en una fase inicial, y que es posible que se puedan solicitar más diligencias al juzgado para investigar el caso y “más imputaciones”. Apoyan esta posibilidad en la documentación “voluminosa” y las grabaciones recogidas por cámaras y teléfonos, que sitúan a “un grupo importante de personas” en los hechos. El abogado de la familia aludió a una “posible confesión” del apuñalamiento por parte del joven que sigue en prisión, si bien desconoce “en qué términos” se desarrolla esa confesión.