El picudo sacude el palmeral de Zalaeta: "La plaga ya no para"

“El picudo está aclimatada y es capaz de sobrevivir al invierno, y eso sí que es un problema”, alerta un experto

El picudo rojo sigue haciendo de las suyas entre las palmeras y la población de esta especie en la ciudad va a menos. En los últimos meses se han perdido ejemplares en la zona de Riazor, en la plaza de Portugal, en el Campo de Marte, en las proximidades de los jardines de Méndez Núñez... Casi ninguna población de palmeras se libra de las consecuencias de la plaga de este insecto que, según los expertos, “ya está aclimatado” y ha sido capaz de sobrevivir a los fríos meses de invierno. Sus últimas víctimas se han visto en los últimos días en Zalaeta, donde en solo dos jornadas los operarios del Ayuntamiento han tenido que talar dos ejemplares.

“El picudo ya no para. Está aclimatado y es capaz de sobrevivir al invierno dentro de la palmera hasta que llega un poco de temperatura, y eso sí que es un problema”, alerta Ramón Núñez, experto dedicado a la poda, mantenimiento y tala de palmeras, que considera que la tala es “buena solución” para las palmeras que el Concello ha decido no tratar, para así “no propagar más la plaga”.

“Las palmeras de Zalaeta tampoco están en muy buen estado y están demasiado pegadas”, comenta este experto, que considera que lo ideal en esa zona sería talar “una de cada dos palmeras”. “Pero desconozco los planes que tiene el Ayuntamiento”, comenta, para añadir que “lo ideal” sería que lo planificara de otra manera, “sobre todo de cara a primavera y verano”.

En Zalaeta llegó a haber 40 palmeras, ahora, tras las dos últimas talas, quedan 36. “Si tengo que elegir entre las palmeras de Zalaeta o de plaza de Portugal, está claro que me voy a centrar en salvar las de plaza de Portugal, que llevan mucho tiempo ahí”, justifica Núñez. “Tal como está el picudo ahora de suelto ya simplemente la endoterapia no es suficiente. Muchas veces hay que complementar con duchas de insecticidas”, explica el experto, que recuerda que los tratamientos “siguen siendo efectivos”.

Los operarios talan una palmera en Cuatro Caminos afectada por la plaga del picudo rojo

Iago López

Nuñez apunta que hay dueños particulares de esta especie, “mucha gente”, a la que “no le interesa” tratar el árbol, ya que supone un coste de unos 300 euros al año. “El que quiera mantener sus palmeras tiene que aplicarse bien”, sentencia. “Esto no hay quien lo pare. Si se tratan bien las palmeras, se puede frenar la plaga. Pero va a llegar un momento en el que va a dejar de haber palmeras, o que la población se va a reducir tanto que se va a reducir también la población de picudo”.

“Si tienes una palmera con picudo y no haces nada, en cuanto crían se van para otra”, relata. Y esto —asegura— es exponencial: “de dos salen 8 y de 8 salen 34

“El Concello tiene muchos frentes abiertos con las palmeras”

“El Concello con las palmeras tiene muchísimos frentes abiertos”, explica Ramón Núñez. Y es que la plaga del picudo lleva meses expandiéndose por la ciudad y ya han sido numerosas las podas y talas que se han llevado a cabo por parte de los operarios que trabajan para el Ejecutivo local. Hace apenas una semana las dos palmeras situadas en los jardines situados tras el Palacio Municipal, flanqueado por las calles General Alesón y Cuesta de San Agustín, fueron sometidas a una poda debido al picudo rojo.

Si bien desconoce los planes del Ayuntamiento, este experto dedicado a las palmeras prevé que tratará salvar “las palmeras más grandes”. “Alguna palmera de los jardines ya ha tenido que ser talada, pero las van tratando y van aguantando”, explica Núñez, para invitar al Concello a “replantearse bien” las acciones para mantener esta especie en la ciudad.

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