La Xunta ve “incongruente” dar ayudas al parque eólico experimental de Langosteira y no autorizarlo

Destaca la existencia de uno más cercano a la costa en el País Vasco y enclavado en una zona de paso de aves

Muelle del puerto exterior de punta Langosteira.   | // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA

Muelle del puerto exterior de punta Langosteira. | // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA / Redacción

La concesión de una subvención de 20 millones de euros por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) al proyecto de plataforma eólica experimental de punta Langosteira fue calificada ayer por la conselleira de Economía, María Jesús Lorenzana, de “incongruente” con que todavía carezca de autorización ambiental. “Vamos a seguir defendiendo la necesidad y viabilidad de esta plataforma”, manifestó la conselleira, quien anunció que defenderá la instalación de esa iniciativa —promovida por la Xunta, la Autoridad Portuaria y Redeia, la antigua Red Eléctrica Española.— en el seno del Observatorio de la Eólica Marina de Galicia.

Lorenzana recordó que hay una plataforma similar en funcionamiento en el País Vasco que está más cercana a la costa y se halla en una zona de paso de aves, lo que no sucede en Langosteira. Destacó que este tipo de infraestructuras son necesarias “antes de hacer un desarrollo para saber los impactos sobre el medio marino y experimentar las tecnologías”, por lo que consideró que “desde el punto de vista ambiental son todo ventajas” al entender que permite adelantarse a los posibles efectos para corregirlos.

El IDAE señaló sobre la ayuda concedida al proyecto de Langosteira que estará condicionada a la superación del procedimiento de evaluación ambiental, ya que “se ha identificado una potencial incompatibilidad del emplazamiento previsto” , circunstancia de la que dice que “podría inviabilizar administrativamente el proyecto”.

Fuentes del Ministerio de Transición Ecológica justificaron la concesión de la subvención porque se tramitó antes de aprobarse los Planes de Ordenación de la Eólica Marina, que obligan a que los parques eólicos marinos se sitúen a más de 21 kilómetros de la costa, aunque ministerio y Xunta admiten que los experimentales —como el de Langosteira, que estará a diez— puedan estar más cercanos.