A Coruña, en el vagón de cola de las ciudades de su tamaño de toda España en oferta de vivienda protegida

La falta de nuevas promociones, y en especial la carencia de proyectos de vivienda pública, han convertido a A Coruña en una de las ciudades de España con menos oferta de pisos protegidos. En 2023, de acuerdo con datos del Ministerio de Vivienda, apenas hubo 41 compraventas de este tipo de inmuebles en todo el municipio, una de las cifras más bajas desde que el Estado empezó a dar datos en 2004. De las 18 ciudades españolas entre 200.000 y 300.000 habitantes tan solo Vigo (18) y Hospitalet (34) tienen datos más bajos, y la media es de 104 compraventas, más del doble que el dato coruñés. En Oviedo, con unos 27.000 vecinos menos que A Coruña, se vendieron 276 pisos.

Las cifras son muy inferiores a la demanda. Actualmente, de acuerdo con datos de la Xunta, hay 681 personas que demandan comprar una vivienda protegida en la ciudad, a las que hay que sumar otras 701 que aspiran a un alquiler con opción de adquisición. Los peticionarios son 1.382, o, lo que es lo mismo, hay casi 34 demandantes por cada piso protegido que se vendió a lo largo del año pasado.

Es cierto que cifras de compraventas oscilan de año a año, y se inflan cuando se pone a la venta una promoción con una elevada cantidad de viviendas protegidas. Pero el dato del año pasado refleja la situación habitual en la ciudad. En la última década solo ha habido 767 compraventas de pisos protegidos en A Coruña, cuando es las 18 ciudades de tamaño similar la media es de unas 1.275, y hay urbes en las que se pusieron a la venta unos tres millares. Solo tienen datos peores que A Coruña dos ciudades catalanas, Terrassa y Sabadell, y la otra urbe gallega en el listado, Vigo, que está a la cola de las urbes, con 419.

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La tendencia del mercado es que bajen las transacciones de pisos protegidos si no se levantan edificios nuevos, como es el caso en A Coruña. Las administraciones pueden construir vivienda pública de protección, pero la mayoría de las iniciativas en la ciudad son antiguas. Desde 2004, la Xunta construyó 188 pisos en Eirís (terminados en 2009), otros 160 en Novo Mesoiro (de 2010) y 28 en la calle Caballeros (sorteados en 2011, si bien algunos se asignaron en años posteriores). Fuentes del Gobierno local señalaron a este diario que la última promoción del Concello con pisos que se vendieron fue en Tabacos, un total de 178 viviendas que salieron al mercado en 2008.

Y, aunque las administraciones han puesto en marcha promociones, no hay proyectos para sacar viviendas públicas a la venta en la ciudad. La Xunta construyó un edificio de viviendas sociales en Xuxán, con 40 viviendas que entregó el año pasado, pero en régimen de alquiler. Otros proyectos de vivienda pública del Ayuntamiento y el Gobierno gallego en este barrio y en Marqués de Pontejos se destinarán también al arrendamiento.

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Los promotores privados también puede pedir a la Xunta que las viviendas que levanten tengan la consideración de vivienda protegida, si reúnen determinadas condiciones, y los proyectos urbanísticos deben reservar un porcentaje de los metros que construyen a esta categoría. Por ejemplo, en la actualidad están a la venta pisos protegidos de obra nueva en la promoción Terrazas do Ézaro, cerca de Someso. Pero son minoritarias entre las ofertas de pisos recién construidos en la ciudad, y una vez que se venden, la condición de vivienda protegida desaparece con el tiempo y los propietarios pueden sacar sus pisos al mercado libre.

Apenas un 2% del mercado

En el mercado inmobiliario coruñés, dominado por la segunda mano, el porcentaje de vivienda protegida tiene a disminuir. Si bien esta modalidad nunca fue mayoritaria, entre el año 2004 y el año 2011, las compraventas de pisos de protección suponían un mínimo del 9% en el municipio, y muchos años esta cifra se superaba ampliamente: en 2007 se llegó a 842 transacciones, casi una cuarta parte del total de la ciudad.

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Pero la carestía de promociones que siguió a la crisis del ladrillo fue bajando el porcentaje. En 2015 y 2016 los pisos protegidos fueron en torno a un 7% de todos los que se vendieron en la ciudad, pero entre 2017 y 2016 la cifra bajó y se situó entre el 2 y el 3%, prácticamente testimonial. En 2020 se llegó a las cifras más bajas de pisos protegidos, tanto en cifras absolutas (34) como relativas (apenas un 1,6% del mercado durante ese año). Si bien en 2021 hubo un pequeño rebrote, con 119 transacciones que llegaron al 4,7% del total, en 2022 se bajó a 59, y el año pasado la cifra es de 41, lo que supone algo menos del 2% de las compraventas. Dejando aparte el año en el que empezó la pandemia, es el resultado más bajo desde que hay datos, tanto en ventas como en porcentaje.

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