Transportes aprueba el trazado del vial 18 veinte años después de la gestación de la idea

Redactará ahora el proyecto de la carretera, que tendrá 2,1 kilómetros y costará 23,5 millones | El ministerio tuvo que reiniciar la tramitación hace siete años

Diez años después de su inclusión en la red viaria comarcal y veinte desde su gestación como proyecto, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible aprobó de forma definitiva el anteproyecto del vial de conexión entre la autovía AC-14 con la autopista AP-9 en A Zapateira, el llamado vial 18, lo que permitirá redactar el proyecto del trazado y de la construcción.

Una parte importante de este retraso lo produjo el que el departamento estatal se vio obligado a reiniciar el proyecto en 2017 ante los errores cometidos en su tramitación, que hicieron que los afectados por esta actuación reclamasen su modificación al apreciar que no se había incluido toda la documentación necesaria.

La alternativa seleccionada por el ministerio tras el proceso de información pública cuenta con una longitud aproximada de 2,1 kilómetros y un presupuesto de licitación de 25,3 millones de euros. El anteproyecto cuenta desde octubre del año pasado con Declaración de Impacto Ambiental, formulada por el Ministerio para la Transición Ecológica.

El nuevo vial pretende evitar la congestión de tráfico en las horas punta de entrada y salida de A Coruña y descargar el máximo posible de tráfico a la avenida de Alfonso Molina, además de completar los accesos a la ciudad, ya que es transversal a la tercera ronda y la autopista. Con la entrada en servicio de esta carretera, los vehículos procedentes de la AP-9 que ahora se ven obligados a desembocar en Alfonso Molina podrán optar por desviarse hacia la tercera ronda para acceder a otras partes del municipio coruñés u otras localidades de la comarca, mientras que los que salgan de la ciudad podrán llegar a la autopista sin necesidad de pasar por la sobrecargada avenida.

En la nueva versión del vial 18 se incluye un vial de servicio que pretende mejorar la comunicación de los vecinos residentes en zonas como Monte Alfeirán, Castro Laxe o Vilaboa, aunque su inclusión en el proyecto generó polémica por la negativa de Transportes a someter de nuevo la iniciativa a información pública por entender que no tendría una afección importante.