La ONCE propone sendas para ciegos en el Cantón: “La plataforma única es una barrera”

La organización explica que en espacios amplios y planos los invidentes “pierden las referencias”, pero considera que la ciudad está “bien en cuanto a accesibilidad”

La reforma de los Cantones ha ampliado el espacio para peatones y bicicletas en detrimento de los coches, pero el delegado territorial de la ONCE en Galicia, Manuel Martínez Pan, cree que los cambios que se han hecho hasta ahora no son “positivos” para las personas invidentes. “Han venido a perjudicar la movilidad de nuestros afiliados”, considera Martínez Pan, que recuerda que la organización tiene su sede en el Cantón Grande y que la plataforma única no es una “panacea” para la accesibilidad, pues “la falta de elementos es una barrera en sí misma para los que se orientan gracias a ellos”. Reclama sendas para ciegos en el diseño definitivo.

“Los espacios abiertos representan un problema”, insiste el delegado territorial de la ONCE, pues los invidentes “perdemos las referencias” gracias a las que se sitúan, usando los pies o el bastón. Sobre el estado actual de los Cantones “entendemos que es una fase transitoria, temporal”, y cuando la reforma “esté ejecutada en su totalidad confiamos en que sea un espacio cómodo y accesible plenamente”. La ONCE espera que “haya sendas o encaminamientos para tener referencias” en el diseño definitivo.

El Ayuntamiento también ha decidido reactivar las señales acústicas nocturnas en semáforos para ayudar a los invidentes, algo que celebra Martínez Pan. Hasta ahora estas “se apagaban de forma permanente por la noche”, para preservar el descanso vecinal, pero ahora se tendrá la posibilidad de que una persona “lo active a demanda”, lo que, para el delegado de la ONCE, es “un modelo ideal”, y da “una ventaja a la ciudad sobre otras”.

En conjunto, considera Martínez Pan, A Coruña es “una ciudad que está bien en cuanto a accesibilidad”, al menos “en general”, si bien “hay ciertos momentos en los que tenemos que estar muy atentos a los cambios de diseño urbano” para asegurarse de que no perjudican a los invidentes. En las reformas del espacio público, defiende el delegado de la ONCE, esta organización tiene que estar presente, pues “tenemos el personal técnico” que puede encargarse de “orientar a los técnicos municipales y a los ejecutores” de las obras.

Y el propio hecho de realizar trabajos en las vías, explica Martínez Pan, supone un problema para los ciegos, en mayor medida que para las personas que ven. “Cuando hay ruidos en una obra, un martillo picador en un pavimento, una persona ciega no puede dar ni medio paso: la única fuente de información que tienes es la acústica, si eres ciego total, y si te la contaminan con ruido pierdes esa referencia”, explica.

No distraer a los perros guía

La ciudad cuenta con once perros guía de la ONCE, un tercio del total gallego, y mañana se celebra su Día Internacional. La organización ilustrará cinco millones de cupones con el lema No les dé comida, solo come la suya, pues si los viandantes les dan alimentos, explica la corporación, distraen a estos animales de su función.

La tarea de acompañar a un ciego, señala la ONCE, “ requiere de su concentración” para garantizar la seguridad del invidente. La entidad pide también “dejar el juego y los saludos para cuando no lleven el arnés”, y, a los dueños de perros de compañía, mantenerlos “ siempre controlados a su lado”, y nunca sueltos, cuando esté cerca un animal que sirva de lazarillo para un invidente.