Toda una vida entre bambalinas grecolatinas en A Coruña

Los Premios Juan Mayorga del teatro amateur distinguen al director Jesús Ricardo Martín, fundador del grupo Sardiña

Jesús Ricardo Martín, en el centro, junto al grupo teatral Ave Fénix en un ensayo, ayer.

Jesús Ricardo Martín, en el centro, junto al grupo teatral Ave Fénix en un ensayo, ayer. / CARLOS PARDELLAS

El trabajo, la constancia y el esfuerzo han marcado la trayectoria profesional de Jesús Ricardo Martín, director de teatro amateur coruñés que cuenta con una larga carrera a sus espaldas. Desde los jóvenes del instituto de Elviña hasta los mayores de la Casa de Castilla-La Mancha en la ciudad se han puesto bajo las órdenes de este jubilado catedrático de Latín especializado en el teatro grecolatino que busca contagiar su pasión por las artes escénicas a jóvenes y no tan jóvenes. Sus más de cuarenta años dedicado al teatro amateur le han llevado a hacerse el pasado fin de semana con el XI Premio especial Juan Mayorga, un reconocimiento nacional a una trayectoria que Martín recoge con mucha humildad.

“El premio me tocó a mí, pero este tipo de cosas es más por el hecho de estar en el sitio oportuno y en el momento oportuno que por méritos propios”, comenta, relacionando el hecho de haber recibido el reconocimiento de la Confederación Nacional de Asociaciones de Teatro (Escenamateur) con que la gala de entrega se celebrase por primera vez en A Coruña. Pero cuando repasa su larga trayectoria y su implicación con el fomento del teatro amateur está hablando de méritos. Sus estudios de Latín y su trabajo como profesor de Bachillerato y Secundaria en el instituto de Elviña llevaron a Jesús Ricardo Martín a ponerse a las órdenes durante treinta años del grupo de teatro amateur Sardiña, que él mismo fundó junto a su compañera de profesión y esposa Beatriz Martín.

“Allí reclutaba a alumnos de Elviña y A Sardiñeira para introducirlos en el teatro”, recuerda. Una formación con la que recorrió toda España y parte de Italia y Portugal y que logró alzarse en varias ocasiones con el Premio Nacional de Teatro Escolar. “Hemos actuado prácticamente en todos los teatros romanos de España”, celebra el premiado, que defiende a capa y espada el teatro en la etapa escolar. “Tiene grandes virtudes como el trabajo en equipo, el compromiso la memorización y el estudio” resalta el director, que cuenta también con una extensa obra publicada.

“Es muy importante que además de meterse en TikTok los jóvenes hagan teatro, les ayuda, les da vida y les hace ver otra dimensión”, reflexiona Martín, que tras jubilarse se despidió de los más jóvenes para centrase en los mayores con un ritmo de actividades “mucho más humildes y sencillas”, pero sin perder su esencia. “El teatro para mayores tiene muchísimas virtudes”, cuenta mientras espera en la Casa de Castilla-La Mancha la llegada de los miembros del grupo amateur Ave Fénix, que dirige, para ultimar los detalles para el estreno, esta tarde en el IES Rosalía Mera, de Los Pelópidas. “La esencia del teatro para mayores es estrenar y verse por un día los reyes del mambo por haber interpretado un papel, con mayor o menor fortuna”, relata.

Pero los beneficios el teatro para las personas mayores van mucho más allá. “El teatro es una fuente de vida importantísima. La gente de setenta y muchos u ochenta años va perdiendo facultades, tiene problemas de memorización o están en soledad. Aquí intercambian, están acompañadas y memorizar una y otra vez les ayuda a no perder memoria”, celebra el director,.

“El teatro es una de las señas de identidad más importantes de la cultura occidental, lo hemos heredado de los griegos y después de los latinos., que valoraron muy bien las virtudes del teatro como una técnica de comunicación de masas y de difusión cultural”, defiende Martín, que en 2018 fue distinguido por el Ministerio de Educación con la Cruz de Alfonso X el Sabio por su dilatada labor en el ámbito de la cultura clásica y de la educación.

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