Eduardo Lamas y Miguel Ángel Viqueira acordaron ayer retirar su candidatura a la presidencia del Liceo, cuyas elecciones estaban previstas para el sábado. La junta electoral realizará ahora una nueva convocatoria a la que no se presentará ninguno de los dos candidatos iniciales, según lo que convinieron ayer ambos excandidatos en una reunión que comenzó a mediodía y finalizó a media tarde.

Lamas dejará de ser el presidente del Liceo y abandonará el cargo que había asumido en 2005, trece años de mandato tras los que llegó a su etapa final desgastado, aunque brillante en lo deportivo con el reciente título de la Supercopa de España ganada por el equipo verdiblanco frente al BarcelonaBarcelona. La decisión de Lamas y la de Viqueira se produce después de varias reuniones que se celebraron en el colegio Liceo La Paz durante los últimos días. El club verdiblanco convoca una Asamblea General Extraordinaria, de la que todavía se desconoce la fecha, para designar una nueva Junta Electoral y reiniciar el proceso.

Daniel Echevarría, que ya había sido vicepresidente del club en diversas épocas, además de dirigente de la Federación Gallega de Patinaje y delegado de la selección española de hockey sobre patines, parece el hombre señalado para acceder al mando del conjunto verdiblanco, con una junta directiva en la que figurarán varios exjugadores del cuadro coruñés, entre los que suenan José Luis Huelves y Willy Duarte.

Eduardo Lamas abandonará el Liceo con varios títulos en el palmarés de la entidad durante su mandato. Una OK Liga, dos Copas de Europa, una Copa CERS, dos Supercopas de España, una Supercopa de Europa y dos Intercontinentales son sus grandes logros en el terreno deportivo. Su único aval. Durante este tiempo, además, el filial ascendió dos veces a Primera, una como Cerceda (con la consiguiente escisión cuando este logró el ascenso a la OK Liga) y la mas reciente del año pasado y en el que también creció la sección femenina, que llegó asimismo a la máxima categoría. A Lamas también hay que reconocerle su capacidad para salir de todos los apuros, con más vidas que un gato, llamando a todas las puertas que fuera necesario, con un elevado coste personal si era necesario. E incluso su buen ojo para fichar jugadores, sobre todo a aquellos que trajo de Argentina siendo prácticamente unos desconocidos.

Pero no todo ha sido un camino de rosas. Las salidas por la puerta de atrás de algunos de los jugadores más queridos por la afición, las más recientes las de Jordi Bargalló, Toni Pérez o César Carballeira, incluso la de Carlos Gil, uno de no de los técnicos más emblemáticos de la historia verdiblanca, manchan su gestión de la plantilla. La crisis económica afectó de lleno a la presidencia de Eduardo Lamas. Sin patrocinador desde la caída de Coinasa, la institución de Matogrande pasó a depender casi exclusivamente de las subvenciones institucionales (Xunta, Diputación y Concello). Las deudas se acumularon y a la pérdida de poder adquisitivo se unió la debacle social, con cada vez con menos peso en la ciudad y la caída en picado de aficionados. La más afectada fue la cantera. El año pasado el colegio ya se hizo cargo de todas las categorías de base mientras que el club se quedó de alevines para arriba.

Luces y sombras de 13 años dedicados al hockey sobre patines y al Liceo que abren una nueva era marcada por los cambios y reformas que son necesarios llevar a cabo para reconducir a una institución que ya ha sabido reinventarse a lo largo de sus más de 30 años de historia para ser lo que es, un club grande.