El vídeo de presentación del Deportivo Liceo Deportivo Liceono da puntada sin hilo. Los miembros de la plantilla van pasando por las casas de sus principales patrocinadores para acabar en el aeropuerto, donde Juan Copa le coloca a David Torres el brazalete de capitán. "Es un momento muy chulo porque representa el trabajo de ambos para llegar hasta aquí", asegura el jugador coruñés, que asume su nuevo rol con orgullo y responsabilidad. El ocho hace balance de la derrota en la Supercopa de EspañaSupercopa de España, a la que no pone excusas, y mira ya hacia el Barça, que el viernes, a las 20.30 horas, visita A Coruña en la primera jornada de la OK Liga. Pase lo que pase, sea cuando sea y en las circunstancias que toquen, "un Liceo-Barça para el mundo", recuerda. Y el reto -Vueling sorteará cinco viajes dobles a Barcelona si se cuelga el cartel de no hay billetes.-es que 4.500 aficionados lo vivan en directo. "El Palacio lleno es una de las cosas más bonitas del mundo", señala e insiste en que "todos juntos"se acercarán más al objetivo.

Ganarle al Barça no es una tarea fácil. De hecho, solo tres equipos lo han logrado en el último año. Uno el propio Liceo, en la final de la Supercopa de España de 2018. Otro el Oporto en las semifinales de la Champions -con Carles Grau, nuevo portero verdiblanco, en la portería-. Y el último el Reus, el domingo, en la final de la Supercopa. Es necesario poner en antecedentes por si hay algún despistado. Y es que la campaña de abonos con el Deportivo puede hacer que el viernes en el Palacio haya espectadores, habituales del fútbol, que conozcan por primera vez el hockey. "Pueden pensar que le vamos a ganar... y nada más lejos de la realidad. No voy a decir que vayamos a perder. Pero que será muy complicado sí", precisa. Lo que sí promete es que "verán a un equipo correr, darlo todo y luchar por cada bola".

Da la casualidad que tanto el Barça como el Liceo vienen de perder el fin de semana y los dos contra el Reus. "Nos viene bien lo del Barça. Primero porque no les tenemos que hacer el pasillo. Y también porque tendrán dudas. Ellos tienen la presión de tener que ganarlo todo. Nosotros, solo la ilusión", analiza el coruñés. Además, el conjunto catalán no podrá contar con el lesionado Pau Bargalló, uno menos en la rotación. Algo en lo que ya ganan los verdiblancos: "Nosotros somos ocho, cualquiera puede jugar en cualquier momento. Y yo creo que esa será una de nuestras armas más peligrosas de este año. Somos un equipo muy compacto, muy joven y muy físico. Trataremos de jugar esa baza".

En el apartado de las desventajas está que el equipo, con seis incorporaciones, todavía está en construcción, como se vio en la Supercopa. "Tenemos muchas cosas que mejorar, muchas piezas que encajar. Hay que aprender de esos errores y mejorar. Cada partido que pase estaremos mejor", dice. Es la consigna que guía sus pasos este curso. Ir a más para llegar al máximo nivel a final de año, al play off por la liga: "Tenemos hambre y ganas no solo de títulos, sino de hacer un gran papel. Entre todos, directiva, cuerpo técnico y jugadores lo conseguiremos, pero sobre todo, con la afición". Palabra de capitán. De los verdes o azules. "No es malo lo del blanquiazul. La camiseta es tan bonita que me la piden hasta los rivales", desvela entre risas.