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BARÇA-LICEO | Mayoría de edad de Juan Copa en el Clásico

El entrenador del Liceo dirige su decimoctavo partido contra el Barcelona en su mejor momento profesional

Juan Copa saluda a Marc Grau en el partido de esta temporada en Riazor. |  // VÍCTOR ECHAVE

Juan Copa saluda a Marc Grau en el partido de esta temporada en Riazor. | // VÍCTOR ECHAVE / María Varela

“Claro que aún tengo mariposas en el estómago ante partidos como este, da igual que sea el primero o el 18. En realidad, las tengo para todos. El día que no las tenga... lo mejor que puedo hacer es marcharme. Pero no, aún tengo las mariposas y la energía intactas”, responde Juan Copa, al otro lado del teléfono, en su día libre antes de ponerse en modo Clásico y solo pensar en el Barça, al que el Liceo visita el domingo el Palau Blaugrana (12.00 horas), aunque durante los treinta minutos que dura la conversación no dice ni una vez el nombre del equipo azulgrana y habla del “rival del domingo”. Cosas de entrenadores. Y el coruñés está en su mejor momento como técnico. No solo porque llega a su partido contra el Barcelona número 18 —“y eso significan muchas finales”, matiza— prácticamente igualado entre resultados negativos (nueve derrotas) y positivos (seis victorias y dos empates), sino porque desde el banquillo es una de las referencias del hockey sobre patines mundial. Este curso, después de llevar a los verdiblancos a su octavo título de liga en el anterior, el reto era mayúsculo con siete cambios en la plantilla. “Al contrario que a nuestro rival, nadie nos puede exigir títulos”, dice, “solo competir”. Y eso es lo que están haciendo. Con opciones de clasificación para la final a ocho en Europa, defiende la segunda plaza en liga y la semana que viene busca la Copa del Rey.

“Vaya calendario”, se queja, “y encima nos tocó este tramo lleno de partidos justo en el Tourmalet”. El Liceo se midió hace dos semanas a Benfica en Champions y a Noia en liga, la pasada le tocó visitar al Reus y esta jugó el jueves en Calafell, con una importante victoria que devuelve a los verdiblancos sus opciones de clasificación para la final a ocho continental, y ahora al Barcelona. “Y el jueves que viene que estamos de nuevo aquí para jugar los cuartos de final de la Copa del Rey. Es una barbaridad”, proclama. “Ahora estamos priorizando el descanso y el trabajo físico fuera de pista, para prevenir lesiones. Y en pista son entrenamientos más cortos, mucho más directos, lo que necesitamos para cada partido en concreto. Es lo que tiene estar en el Liceo. Ya lo decimos, es otra forma de entender el hockey. Tenemos ese gasto extra y eso nos hace todavía más fuertes”, continúa y lanza una pulla: “Le pedimos a nuestro rival del domingo jugar un día antes para acortar los días fuera de casa y nos dijo que no”.

El calendario posicionó los dos duelos contra el Barcelona en dos momentos delicados. El de la primera vuelta, un miércoles después del parón por los World Skate Games (derrota por 2-3). Y este de la segunda, entre dos momentos álgidos. “Para nosotros el partido importante de la semana era el de Calafell. El del domingo... está demasiado cercano a la Copa del Rey. Vamos a competir, cómo no. Pero también vamos a ser listos. El otro partido importante es el del próximo jueves”, indica el técnico coruñés. Los verdiblancos dan por imposible la lucha por la primera plaza que ocupa el conjunto azulgrana, que en lo que va de temporada suma 18 victorias y 1 empate en 19 encuentros. “Se ha reforzado muy bien precisamente con dos jugadores que estaban con nosotros, como los hermanos Grau, que nos ayudaron a ganar títulos. Estamos luchando contra clubes de fútbol, con presupuestos ilimitados. Ya me gustaría a mí ser como ellos. Retener a nuestros jugadores e ir al mercado a por más. Pero esos cinco equipos lo acaparan todo —Sporting, Porto, Benfica, Oliveirense y Barça—. A pesar de todo, nosotros competimos y seguimos ahí”, insiste.

Los culés están a once puntos mientras que el Liceo se vio superado por el Calafell, ahora segundo con un punto más que los coruñeses, obligados ahora a recuperar ese puesto en el complicado duelo en el Palau, donde hay que hacer todo bien y tener suerte para sacar un resultado positivo, aunque Copa no se muestra especialmente preocupado: “Seguramente estamos dos puestos por encima de lo esperado. Mucha gente pensaba que íbamos a estar quintos. Pero hemos acelerado el proceso, sobre todo a partir de enero, que hemos trabajado muy bien y no es que hayamos dado un paso adelante, es que hemos dado dos. En ese sentido es una maravilla poder contar con César (Carballeira), Álex (Rodríguez) y Dava (Torres), por lo que nos están ayudando a que esto salga adelante, a competir y a transmitir a los que han llegado lo que significa estar en el Liceo y jugar este tipo de partidos”.

Como el del jueves en Calafell, que muestra el camino a seguir después de competir y empatar frente a Benfica, Noia y Reus. El entrenador verdiblanco está especialmente orgulloso de la reacción del equipo tras la derrota contra el Oliveirense en la primera jornada continental. “No competimos”, reconoce, “y eso en el Liceo está prohibido”. Y en vez de poner excusas, destaca, se prepararon para que no volviera o ocurrir. Porque de las derrotas es cuando más se aprende. “Tras ganar en Calafell se lo dije. En Oliveira pasó lo que pasó y parecía imposible meterle mano al Benfica y lo conseguimos. Y demostramos que queremos seguir luchando”, recuerda. Y eso es lo que pide. Luchar y competir. “Nuestro rival del domingo —es como un mantra— es el que está obligado a ganar todos los títulos, porque está hecho para eso. A nosotros nos viene jugar este tipo de partidos como equipo. A partir de ahí... todo puede pasar”.

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