5-1 | El Liceo paga caro sus errores

El Liceo arrancó la Liga Europea con una clara derrota frente al Oliveirense, que le superó ampliamente en el marcador y en el juego. Por momento los verdiblancos estuvieron incluso desconocidos. Demasiado estáticos. Pocos activos. Y eso en la competición continental se paga caro. Tanto que ahora están obligados a sacar un buen resultado contra el Benfica, que el 9 de febrero visita A Coruña, para no verse contra las cuerdas a las primeras de cambio.

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Los árbitros tampoco ayudaron. Se convirtieron en protagonistas desde el arranque con una azul al portero Martí Serra que otorgó la primera ocasión para los locales en el minuto 4. Tuvo que entrar Mati Bridge bajo palos. Claramente se adelantó al tiro de Tomas Pereira y se repitió el lanzamiento. El guardameta argentino, con la amenaza de una azul, estaba vendido y el especialista local abrió el marcador.

César Carballeira, 100% verdiblanco

El plan saltaba por los aires. El Liceo encajó el golpe de pie. Y al poco tiempo, se encontró con otro penalti en su área. La famosa ley de la compensación. Los del Oliveirense también protestaban como segundos antes los habían hecho los coruñeses. César Carballeira acudió al punto, chutó y marcó para celebrar con rabia un tanto que volvía a meter en el partido a los suyos.

Volvía la igualdad, con todas las facetas muy niveladas. Y en ese escenario apareció Lucas Martínez. El argentino, campeón del mundo en San Juan el pasado mes de noviembre, salió desde el banquillo con una inspiración máxima. Cada bola que tocaba prácticamente era gol. De jugada, de disparo. Por arriba, por abajo. En diez minutos, tres goles que marcaron la diferencia. El Liceo no estaba cómodo. Un poco desquiciado. Y estalló en una tangana final del primer tiempo en la que incluso se encararon los banquillos y con el público de camino a vestuarios.

El Oliveirense defendía muy arriba. El Liceo sufría por primera vez tener a Franco Platero, imperial todo el partido, del otro lado. No conseguía ni acercarse a la portería. Serra se erigía entonces en el héroe. Hasta en tres ocasiones frenó a Xanocas, que se había quedado solo frente a él. Y paró dos penaltis, con azul incluida a Pol Manrubia y los dos minutos posteriores en inferioridad. Esto solo en los ocho primeros minutos de la segunda parte. Lo paraba todo, pero no pudo con Cardoso en una contra. Era el quinto. Entre David Torres y Carballeira despertaron al Liceo. Tímidamente. Pero ya solo quedaban diez minutos. Demasiado tarde. Y pese a la mejoría, aún sufrió una directa y un penalti en contra en las que de nuevo Martí Serra tuvo que ser salvador para evitar una goleada escandalosa.