El sueño del Deportivo está más cercaDeportivo . Dos goles le han arrimado a Primera División después de una victoria ante el Mallorca menos excitante que la lograda contra el Málaga hace una semana. No hubo remontada y por momentos el partido se le atragantó a los de José Luis Martí a pesar de jugar toda la segunda mitad contra diez, pero el resultado es incluso más valioso porque los baleares se marcharon de vacío.

Al Deportivo le esperaba el primer acto del asalto definitivo por el ascenso después de un año de altibajos y sinsabores que sin embargo ha desembocado en una catarsis para el club y su afición. Quizá a comienzos del campeonato disputar el play off hubiera sonado decepcionante para un equipo con las máximas aspiraciones, pero el modo en el que se coló en la promoción después de despeñarse entre marzo y abril y su respuesta en la primera eliminatoria contra el Málaga prendieron una mecha que el vestuario se propuso rentabilizar.

Lume fue el lema escogido para afrontar el regreso a PrimeraLume Lume, un eslogan premonitorio del comportamiento de un conjunto al que sus aficionados han llevado a ebullición en las últimas semanas. Riazor, determinante en el desenlace de la eliminatoria contra el Málaga, volvía a presentarse ayer como un factor decisivo para doblegar a un Mallorca que para nada se presentó con la consigna de sobrevivir al pequeño infierno que le esperaba.

Fueron los visitantes los que enseñaron más el colmillo en un arranque frenético que cogió destemplados a los deportivistas. Achucharon por la banda izquierda para desesperación de los chicos de Martí, que por mucho que supieran el estropicio que podrían causarles entre Lago Junior, Dani Rodríguez y Estupiñán no cerraron con la suficiente atención ese carril. Lo consiguieron en cuanto apareció Fede Cartabia aliándose con Bóveda, de manera que el ataque se convirtió en la mejor defensa. Empezó así a lucir el Deportivo, que se presentaba con cambios a la cita.

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El Dépor le gana al Mallorca y sueña con Primera

Consciente de que tendría que doblegar a uno de los conjuntos más fiables de la categoría, Martí fió el ataque a la pareja sobre la que ha pivotado el ataque deportivista durante buena parte de la temporada. Volvió Quique González como complemento de Carlos Fernández y se quedó en el banquillo un Borja Valle determinante con su empuje en la remontada contra el Málaga. El técnico regresaba así a su sistema preferido para ordenar al equipo sin saber muy bien si buscaría un resultado que le permitiera viajar a las islas con una renta cómoda o bien postergaría el desenlace para Son Moix, protegiéndose de un posible tanto visitante.

La segunda posibilidad quedó descartada con el tanto de Fede Cartabia en la primera parte y la posterior expulsión de Pedraza por un choque con Álex Bergantiños que obligó al coruñés a abandonar el césped en camilla y con abundante sangre en la caraÁlex Bergantiños. Se le presentó ahí otro partido a los deportivistas después de que el argentino lo descorchara de falta directa, pero fue un melón que no supieron abrir.

La propuesta ante un Mallorca con uno menos toda la segunda mitad fue desconcertante. Apenas creó oportunidades el conjunto de Martí, que se embarulló ante un rival muy ordenado hasta que Quique de chilena y con suspense terminó de arrimar la Primera División.