Dos futbolistas que gateaban por Abegondo, dos jugadores que apuntan al primer equipo. Un giro de cantera como el que pretende dar el Dépor está lleno de símbolos y el primer gesto fue la firma de contratos profesionales hasta 2024 de Jairo Noriega (2003) y David Mella (2005), pivote y extremo a las órdenes esta temporada de Óscar Gilsanz en el Juvenil A. Uno llegó al Deportivo en benjamines y otro en alevines y, peldaño a peldaño, han ido escalando y, en nada, el club pretende que lleguen a la cima, a Riazor.

“Era diferente, ya se le veía desde los primeros días”. Juan Villamisar, técnico de la base del Dépor, es quizás una de las personas que mejor conoce a Jairo Noriega en la ciudad deportiva blanquiazul. Lo acogió a su llegada a Abegondo y lo tuvo a sus órdenes durante cuatro años y medio en diferentes etapas. En el Fútbol 7 actuaba en banda, pero cuando pasó a F11 ya se ubicó en el centro, sus cualidades así lo demandaban. Siempre fue un futbolista “con un gran golpeo, que abarcaba mucho campo, que entendía el juego y con mucha capacidad para filtrar pases”, pero en edad cadete se vio un poco truncada su progresión y Villamisar admite que, en algún momento, se le veía frustrado por no seguir plasmando esa superioridad en el campo. En los últimos años ha tenido de nuevo un gran desarrollo que le ha llevado a superar el 1.80 y que muestra ya a ese “8 o 10” de gran planta que debutó con el Fabril de Valerón, que fue convocado por Rubén de la Barrera y que maravilla a la secretaría técnica blanquiazul. Con el cambio físico, “ha vuelto a ser aquel Jairo”, puntualiza Villamisar, quien destaca de su expupilo que “es un líder, muy extrovertido”.

“Ya me habían dicho que era muy bueno, pero el primer día que fui a ver David (Mella) a Dodro ya me di cuenta de que era una barbaridad de futbolista. Esa velocidad, cómo atacaba los espacios, ese golpe buenísimo...”, cuenta aún asombrado Roberto Veres, un habitual en Abegondo de las divisiones inferiores blanquiazules y técnico del Dépor en más de un torneo de Brunete, que lo acogió en sus primeros meses en el Alevín A. “Una bala”, remarca quien aún recuerda que el campo de Fútbol 7 se le “quedaba pequeño de lo rápido que era” y lo mal que lo pasó el Celta con él en un torneo Luis Calvo. “En la final les hizo dos goles. Sufrieron, les hacía un daño terrible”, siempre al espacio.

Por su procedencia y posición, es imposible no trazar paralelismos con Hugo Novoa, ahora en el primer equipo del Red Bull Leipzig. Veres se suma a esa comparación, aunque ve matices, ya que Hugo es más “técnico” y tiene más recursos “con balón” y David donde hace daño es “al espacio”. Mella es internacional español sub 16 y se ha hecho con la titularidad en el Juvenil A siendo aún cadete. “Cumple bien, no se nota la diferencia. Desborda a jugadores dos o tres años mayores”, relata.

Quedan los últimos pasos para ambos. Villamisar y Veres coinciden en que sus dos expupilos llegarán “hasta donde quieran”. El primero recuerda que “un futbolista es mucho más que las dos horas que ves cada semana” y ahí entra “la voluntad de cada uno, la cabeza”. El segundo está esperanzado porque Mella es “hablador, abierto, de diez” y cuenta con “un gran entorno familiar a su alrededor” . De lo que no dudan es de que estos gestos y estas apuestas son un incentivo para todos los niños que siguen en Abegondo y que esperan emularlos en breve.

Yeremay Hernández, con Chievo y Parma a la espera

Tras las renovaciones de Jairo Noriega y David Mella, todas las miradas se posan ahora en la situación de Yeremay Hernández, Peke, otra de las joyas juveniles que ha estado gran parte de la temporada en dinámica del Fabril y que, en un principio, acaba contrato con el equipo coruñés el 30 de junio, aunque la entidad blanquiazul tiene la potestad de renovarle por tres años más con un estatus profesional y un esfuerzo económico notable y sin ficha con los mayores. El club medita si dar el paso o cómo encajar esta situación en su nueva apuesta de cantera, mientras hay otros equipos, preferentemente filiales de conjuntos italianos de primer nivel como el Chievo o el Parma, que están a la espera del desenlace de esta situación para hacer un movimiento definitivo más allá del 30 de junio. El canario, jugador de banda izquierda a pierna cambiada, llegó a Abegondo de la cantera del Real Madrid, que lo reclutó en edad infantil.