Decía Álex Bergantiños hace más de cuatro años, con el club coruñés aún en Primera División, que si el equipo bajaba, lo iban a hacer “todos”, que los peajes de un descenso no iban a ser solo colectivos. Buscaba una reacción, que el amor propio fuese un revulsivo añadido. Entonces pudo el grupo de Pepe Mel regatear la quema, pero simplemente se pospuso la caída blanquiazul a los infiernos, en la que con efecto retardado algunos de sus protagonistas, algunas de las apuestas de las respectivas secretarías técnicas, han acabado en una situación insospechada para ellos, como es la de convertirse en futbolistas en paro.

Hasta ocho exdeportivistas con contrato en vigor las dos últimas temporadas con la entidad han visto cómo bajaba la persiana del periodo de transferencias, cómo llegaba el 1 de septiembre y se quedaban, de momento, sin equipo. Antes era rara avis que un jugador se quedara sin hueco en las plantillas del fútbol profesional o semiprofesional. En los tres últimos lustros, en cambio, ha empezado a haber excedente, ha ido ganando terreno esta figura, a la que se le ha incluso adaptado la legislación. Keko, Fede Cartabia, Rai Nascimento, Carlos Abad, Derik Osede, Dani Giménez, Christian Santos o Luis Ruiz están todavía a la espera de encontrar un nuevo destino para seguir con sus carreras.

Keko Gontán, Fede Cartabia, Rai Nascimento, Carlos Abad, Derik, Dani Giménez, Christian Santos y Luis Ruiz

Diferentes realidades

Algunos de estos futbolistas se encontraban hace pocas temporadas en Primera e incluso eran estrellas emergentes del campeonato como el argentino o el ex del Málaga. Hoy no han sido capaces de acompasar sus exigencias, sus prioridades y la caída deportiva con lo que ofrece un mercado tocado aún por la pandemia. Ni siquiera se han librado un perfil de jugadores alejados habitualmente de estas vicisitudes, como es el caso del propio Cartabia, Raí Nascimento, Carlos Abad, Luis Ruiz o Derik Osede, que se encuentran en el inicio o en el ecuador de sus carreras. No son, precisamente, futbolistas en el ocaso a los que la profesión les va abandonando antes de que se decidan dar el paso de retirarse. Solo el central, ex del Bolton, cuenta con la salvedad de que ha estado la segunda parte de la temporada lesionado y eso suele retraer a los conjuntos interesados.

Cartabia lamenta una ocasión fallada con el Dépor. | // CASTELEIRO/R. A. Carlos Miranda

Keko Gontán y Fede Cartabia son quizás los dos con más cartel y fueron los últimos en salir antes de que se anunciase el ERE. El madrileño tenía más mercado fuera de España y, en esa línea, trabajaban sus agentes tras no llegar a un acuerdo con el Dépor para rebajarse el sueldo y seguir. En sus casos, cuentan con entornos familiares que no van a mover ante cualquier propuesta. Ambos rescindieron casi a finales de agosto y tuvieron poco margen de maniobra. No ocurrió lo mismo con Carlos Abad y Rai Nascimento, uno que también cortó su contrato y otro que no fue renovado. Han tenido todo el verano para encontrar destino y no ha sido posible.

Un año antes abandonaron el Dépor Dani Giménez, Christian Santos y Luis Ruiz. Tras sus experiencias en Logroño, Alemania y Lugo, no han vuelto a convencer a otros conjuntos para firmar nuevas vinculaciones. Los tres jugaron la pasada temporada en la segunda categoría y el guardameta y el delantero sumaron un nuevo descenso, no así el lateral andaluz que se salvó in extremis. Ahora, los ocho afectados, se enfrentan a una realidad incómoda.

Oportunidades fuera de las fronteras

Y no solo es no encontrar equipo, es que muchos futbolistas de los que han rescindido, se han marchado o no han renovado este verano con el Dépor han tenido que cerrar nuevas vinculaciones más allá de los Pirineos. Entre los cortados, solo Borja Galán y Salva Ruiz han encontrado acomodo en suelo español, concretamente en el Logroñés y en el Castellón, respectivamente, ambos de Primera Federación. A ellos se suman Lucho García, traspasado a la Ponferradina, y Rayco y Lara, que firmaron libres por Unionistas y Betis B en la misma categoría de los coruñeses. El resto han acabado fuera: Uche Agbo en el Slovan de Bratislava, Diego Rolan en el Juárez mexicano, Eneko Bóveda en el Olympiakos Nicosia chipriota, Claudio Beauvue en el Union Sportive Boulogne (tercera francesa), Nacho González en el Apollon Larisas griego y Rui Costa en el Santa Clara luso, ya en el mercado de invierno pasado.