Alberto Quiles se adueñó ayer del Teresa Herrera y lideró la remontada del Deportivo ante el Metalist ucraniano en un partido muy entretenido que se le atragantó por momentos a los blanquiazules. No se lo puso sencillo a los de Borja Jiménez el atrevido conjunto ucraniano, que castigó los desajustes defensivos iniciales de los deportivistas y se colocó con dos goles de ventaja antes de la media hora. Lo solucionaría Quiles con un triplete que coronó la reacción coruñesa.

La forma en la que descarriló el Deportivo en la primera media hora del partido no se diferenció demasiado de cómo solía hacerlo la temporada pasada. Las transiciones del rival eran la principal debilidad de los planteamientos de Borja Jiménez y el técnico no hizo demasiado por corregirla. Lo asumió como un punto débil de su propuesta y parte de la temporada se fue por el sumidero debido a ello. Estaba por ver si este verano había hecho propósito de enmienda, pero en cuanto pudo el Metalist empezó a castigar los repliegues deportivistas, tan perezosos como los del curso anterior.

Gorka Santamaría primero e Isi Gómez después rozaron el gol para el Deportivo en el tramo inicial del encuentro, pero unos minutos más tarse se adelantaría el equipo ucraniano gracias a un despiste en la marca de Retuerta.

Mario Soriano estaría a punto de empatar tras una larga combinación blanquiazul, pero de nuevo el Metalist castigaría la espalda deportivista con una rápida transición en la que el joven lateral izquierdo recién incorporado este verano y que debería ser el complemento de Raúl García Carnero volvió a salir mal parado.

El repliegue blanquiazul dejó de nuevo mucho que desear, pero en los dos goles, además de Retuerta, sería protagonista un extremo de nombre Pidlepenets. En apariencia desconocido, no era la primera vez sin embargo que pisaba A Coruña porque militó en el Fabril en el año 2019 de forma efímera como Yevhen.

Mackay aún evitaría el tercero del Metalist al filo de la media hora y Borja Jiménez decidió entonces que ya había visto suficiente y retiró del campo a un sorprendido Retuerta. No dio mucho margen el técnico al error tratándose de un bolo veraniego y exhibió de nuevo esa tendencia que dejó entrever el curso pasado de castigar a las piezas más débiles.

El Deportivo se acomodó a partir de entonces con una especie de línea de tres atrás, con Álex Bergantiños entre los centrales, y con Antoñito y Víctor Narro como carrileros. La propuesta funcionó y el empate llegaría en el tramo final de la primera parte con un doblete de Quiles. El delantero demostró que es más eficaz cuando merodea el área, pero el equipo suele echarlo en falta cuando se desplaza desde la derecha porque pierde un elemento para asociarse. Ayer lo compensaron con su movilidad Soriano y Rubén Díez.

El acierto de Quiles contrasta con las penurias de Gorka, que apenas logra cazar algún balón en solitario arriba. Un penalti y un espléndido tanto de Víctor Narro cerrarían la remontada del Deportivo en un entretenido Teresa Herrera.

Trilli reaparece después de su lesión

El Teresa Herrera disputado ayer en Riazor supuso la reaparición de Trilli después de la lesión en un tobillo que le impidió jugar el tramo decisivo de la temporada pasada y le obligó a pasar por el quirófano a comienzos del verano. El prometedor canterano deportivista volvió a jugar casi cinco meses después de su último partido y tras un proceso de recuperación que se alargó más de lo esperado. Trilli decidió al acabar la temporada someterse a una operación para solucionar de manera definitiva los problemas en los ligamentos de un tobillo y poder afrontar con garantías la pretemporada. La previsión es que pudiera ir incorporándose a los entrenamientos con el resto de la plantilla con el paso de las semanas y al final los plazos pudieron cumplirse hasta su reaparición de ayer ante el Metalist ucraniano.