1-0 | El Dépor pega el subidón

El Deportivo gana por la mínima a un Rayo Majadahonda sostenido por las intervenciones de Lucho García | Lucas Pérez vuelve a marcar y acerca a los blanquiazules al liderato de la tabla

Marcos Otero

Marcos Otero

En la montaña rusa en la que se ha convertido la zona alta de la clasificación, al Deportivo le ha tocado esta semana subidón. No se sabe qué tocará en la siguiente por lo impredecible de una competición que guarda sorpresas en cada jornada. De los cinco de arriba ayer solo ganó el equipo blanquiazul, pero le tocó sudar tinta frente a un Rayo Majadahonda al que solo consiguió imponerse en los primeros 20 minutos. Desperdició un buen puñado de oportunidades en el tramo inicial de un partido que se le atragantó y que terminó decidiendo Lucas Pérez, quién si no, cuando el encuentro ya se había vuelto un dolor de muelas para un Dépor que se acerca otra vez al liderato del Alcorcón y recorta puntos a Córdoba y Castilla.

Óscar Cano aparcó parte del inmovilismo en el que se había instalado en los partidos recientes y buscó soluciones a las carencias que había mostrado el juego deportivista en las últimas semanas. El técnico había aludido a las características demasiado “puristas” del equipo para resumir parte de sus males, relacionados con unos registros demasiado limitados por el perfil de sus jugadores. Al Deportivo le ha faltado especialmente profundidad y amenaza más allá de sus carriles interiores. Ha tenido poca presencia por unas bandas en las que han sido principalmente los laterales los que han tenido que llevar el peso ofensivo, así que Cano decidió ayer probar algo diferente.

El equipo se ordenó por primera vez con cinco defensas, con tres centrales y dos carrileros profundos. De entrada fue otro Dépor, más amenazante, volcado en el área contraria y decidido a castigar la arriesgada apuesta del Rayo Majadahonda. El exdeportivista Alfredo Santaelena había prometido que iba a ser valiente a pesar del rival y el escenario, pero de inicio su propuesta pareció más temeraria que valiente. El Deportivo tuvo un aluvión de oportunidades gracias a la eficacia con la que presionó y ahogó la salida de los madrileños. Unas veces le castigó su falta de puntería y otras le frustró el exportero blanquiazul Lucho García, crecido siempre que se enfrenta al que fue su equipo en el curso 2020-21.

La primera la tuvo Lucas Pérez a los cinco minutos después de una espléndida asistencia de Quiles con el exterior que lo dejó en solitario frente a Lucho. Esperó demasiado el delantero coruñés y cuando disparó se encontró con el obstáculo de un defensa. No dio tregua el Deportivo, que apenas siete minutos después tendría otra oportunidad muy clara con los papeles invertidos. Esta vez sería Lucas quien pondría la asistencia desde la banda izquierda y Quiles el que no lograría adelantar a los blanquiazules.

Dominaba con claridad por entonces el Deportivo sin oposición de un rival que no conseguía asomarse en campo contrario. La presión del equipo de Cano, perezosa en demasiadas ocasiones esta temporada, no le dio respiro al Rayo Majadahonda porque recuperó a Villares para el centro del campo. El vilalbés representa un recurso demasiado valioso para el equipo como para sacrificarlo en tareas en las que cumple pero no es determinante. En el lateral derecho fue un parche y ayer el elemento imprescindible para corregir y ajustar esa presión. Cuando se descolgó fue además una amenaza para fabricar oportunidades. Tendría una muy buena en el minuto 17 gracias a una llegada al área en la que solo le faltó puntería ante Lucho.

Castigaba una y otra vez el Deportivo la salida de balón de los madrileños, pero seguía sin adelantarse en un carrusel de ocasiones que estaría a punto de agotarse. La última clara la tendría Mario Soriano después de un robo, pero volvió a mostrare seguro Lucho en el lanzamiento del jugador deportivista. Decaería a partir de entonces el equipo de Cano, que ya no mostraría el mismo ímpetu para lanzarse a la presión.

El Rayo Majadahonda comenzó a encontrar jugadores libres en zonas del campo en las que antes siempre había uno con la camiseta blanquiazul y conseguiría acercarse a la portería defendida por Edu Sousa en su segundo partido de la temporada debido a la sanción de Mackay.

Le cambia la cara a este Deportivo cuando empieza a perder duelos, quizá sea su mayor debilidad, sumada a la falta de verticalidad que pretende compensar con las llegadas de Lebedenko y Saverio. El Rayo Majadahonda empezó a encontrar cierta pausa en las jugadas porque el Dépor también se lo permitió. El panorama se le puso incluso mejor a los madrileños después del descanso.

Los dos equipos se repartieron el dominio, sin demasiadas oportunidades claras, pero con mucha presencia en las áreas antes de que Lucas pusiera por delante a los deportivistas. Antes lo pudo hacer Yeremay en una acción en la que Lucho volvió a agigantarse ante el joven jugador canario. Ya no podría hacer nada cuando Lucas recogió un centro en el área para rematar a bocajarro.

Fue un gol valiosísimo dados los resultados de la jornada y también para afianzar a un equipo que ayer no estuvo todo lo brillante que acostumbraba en su estadio. El Deportivo demostró que también es capaz de ganar en casa cuando el partido no le sale redondo. Le tocó sufrir como de costumbre, en parte por un árbitro que reclamó su parte de protagonismo en un día de subidón blanquiazul.

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