Idiakez: "Los futbolistas son humanos y cuando ven peligrar su puesto...”

Idiakez apuesta por gestionar “lo mejor” que puede el vestuario en un mes en el que el Dépor fichará y dará bajas | Espera es tarde “un partido mano a mano”

Imanol Idiakez camina pensativo por la zona de banquillos, mientras su grupo de colaboradores celebra el triunfo después del pitido final. |   // LOF

Imanol Idiakez camina pensativo por la zona de banquillos, mientras su grupo de colaboradores celebra el triunfo después del pitido final. | // LOF / n

Carlos Miranda

Carlos Miranda

Imanol Idiakez llega a 2024 con el Deportivo reforzado tras la victoria agónica en O Carballiño, con la necesidad de ganar en casa y en el medio de un mercado de fichajes en el que apuesta por esperar, ayudar y ser comprensivo. “No espero ni dejo de esperar nada. Me centro en mi trabajo y en la Real Sociedad B. Se gestiona lo mejor que podemos. Los futbolistas son humanos y cuando ven su puesto peligrar... Intento ayudar a que todo el mundo se centre, a hacer ver que el negocio funciona así y que lo importante es el equipo”, apunta sobre las bajas que deberá dar el Dépor para que lleguen contrataciones en este mes de enero. No se atrevió a cifrarlas y solo le pide a los Reyes “ganar a la Real Sociedad B”.

Busca el triunfo y un cambio definitivo en Riazor del equipo porque fuera de casa considera que están dando un gran nivel. “Ahí estamos siendo solventes, salvo un par de accidentes en últimos minutos. Lejos de Riazor es una temporada de equipo grande. Hay que interpretar el juego de la mejor manera posible y acertar. Hacemos muchas cosas bien de área a área y hay que acertar en los metros finales”, certifica y añade. “Una victoria sería un impulso grande, Riazor tiene que ser un fortín. No lo hemos conseguido hasta ahora, tenemos menos victorias de las que deberíamos. Hay que dar alegrías a la gente”, razona.

El duelo de la Real Sociedad B centra su atención. A diferencia de la mayoría de equipos que le han complicado la vida a los blanquiazules en su estadio, el técnico vasco anhela y aguarda “un partido de mano a mano, de mirarse a los ojos”, del que cuenta con salir victorioso. “La desventaja (de la Real Sociedad B) es la calidad que tienen, porque te obligan a hacer un gran trabajo sin la pelota. Es un club que invierte mucho en cantera y tiene gran potencial. Nos planteará un partido diferente a cuando los rivales vienen a encerrarse. Veremos si en ese de tú a tú podemos imponer nuestra calidad”, analiza.

La victoria del Celta B en Lugo hará que el Dépor arranca su partido a 12 puntos de la cabeza. A Idiakez no le inquieta en exceso la distancia. “Es remontable. Cada año en las categorías profesionales hay remontadas así. No me da vértigo esa distancia. Somos el gran potencial, tenemos que sacar rendimiento y si estamos al nivel, somos capaces de remontar cualquier distancia con los puntos que quedan”, confía.

Idiakez alaba, además, el nivel en los entrenamientos de Iano Simao, al que ve “preparado”, y admite que la dolencia de Martín Ochoa le “condicionó” para darle más protagonismo en los últimos meses, “pero no se podía decir” para no debilitar al equipo coruñés “ante los rivales”.

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“Es el club de mi vida”. Imanol Idiakez no puede ocultar que algo se le remueve dentro cuando se mide a la Real Sociedad. Avisó, eso sí, que tiene “los cincos sentidos” en el Dépor y en lo que se juega su equipo ante una entidad que ha vertebrado su carrera. En la cantera de la Real se formó como jugador y en ella coincidió con una serie de jugadores que, posteriormente, han sido entrenadores y que son importantes en su carrera como Unai Emery, Imanol Alguacil y su hermano Íñigo Idiakez. Imanol jugó en la Real B entre 1991 y 1993. No llegó al primer equipo y dejó Zubieta para hacer carrera fuera antes de colgar las botas y tener su primera experiencia en los banquillos en la Real B de la 2008-09 en la que estaban Illarramendi, Viguera o Agirretxe. Su única experiencia como segundo fue en el Villarreal con ese Unai Emery con el que compartía inquietudes por el juego cuando aún era futbolista.