Sentury replicará su factoría de neumáticos ‘superautomatizada” de Tailandia en Galicia

Sentury presenta su futura fábrica de neumáticos como el antídoto al “progresivo desmantelamiento” de las principales industrias de las comarcas de Ferrolterra y el Eume “en los últimos 30 o 40 años”. Su viaje va de la reconversión de los astilleros de Astano y Bazán, hasta “la incertidumbre sobre el futuro” de Alcoa, pasando por el apagado definitivo de la central térmica de As Pontes y el cierre de la factoría de palas de aerogeneradores de Gamesa. Mengua la capacidad productiva y “esto a su vez está provocando un envejecimiento y disminución de la población” en estas zonas, “así como un aumento del desempleo que va más allá de los puestos de trabajo directos de las industrias afectadas, ya que se está poniendo en serias dificultades y en riesgo de desaparición el tejido industrial y empresarial”.

Su planta, que acaba de entrar en fase de exposición pública para la solicitud de todos los permisos pertinentes de la Xunta —incluida licencia de obra porque tiene la declaración de Proyecto Industrial Estratégico desde el pasado 6 de octubre—, “supondrá un importante efecto dinamizador” tanto en empleo, como en suministros y logística. La producción estimada se mantiene. Serán 12 millones de neumáticos anuales, según figura en las memorias presentadas a la administración autonómica, “en un proceso altamente automatizado que parte de una serie de materias primas (fibras textiles, caucho natural, caucho sintético, cables de acero y aditivos) que se mezclan y combinan en proporciones y procesos específicos según las características constructivas de cada clase de neumático a producir”. En su caso, son neumáticos PCR (passenger car radial tire) de “alto rendimiento). “La planta sería igual, en lo que se refiere al proceso productivo —indica— a otra planta en explotación por Sentury en Tailandia”.

Las instalaciones ocuparán 26 hectáreas de terreno que, hoy por hoy, está catalogado como suelo no urbanizable o suelo rústico de protección, “incompatible”, como reconoce el grupo chino, con la actividad de la fábrica. Pero esa declaración de proyecto estratégico por parte del Consello de la Xunta cambia “sustancialmente” la situación urbanística, al considerar las parcelas como suelo urbano de uso industrial.

Con una inversión superior a los 530 millones de euros y la previsión de crear 750 empleos —entre ellos 45 de personal técnico y 660 operarios de producción y auxiliares—, la factoría se reparte entre área de fabricación, taller de materiales y mezclas, otro para la confección de los neumáticos, uno de vulcanización y almacén. La memoria del proyecto identifica una treintena de residuos generados a lo largo del procesos, algunos “singulares, tanto líquidos como sólidos, no asimilables a residuos industriales más habituales”. Alcanzarán las 1.700 toneladas al año. Otra de las razones de la elección de As Pontes es su ubicación a 10 kilómetros del Centro de Tratamiento de Residuos industriales de Galicia (CTRIG), “probablemente el único centro de tratamiento de residuos de toda Galicia y en el noroeste peninsular que disponga a día de hoy de las instalaciones adecuadas para dar una correcta gestión” a sus desechos.

El informe de impacto medioambiental de Sentury para la planta de neumáticos de As Pontes recoge, además, un plan de medidas “preventivas, correctoras y compensatorias” con un presupuesto de más de 4,5 millones de euros.

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