El padre de un fallecido en el tren pide una sentencia “ejemplarizante”

REDACCIÓN

El padre de un joven fallecido en el accidente del Alvia ocurrido hace casi 10 años, solicitó ayer a la jueza una sentencia “ejemplarizante”, para que “no vuelva a pasar”. En el juicio por el siniestro ferroviario que ocasionó 80 muertos y 145 heridos, que afronta ahora la parte de responsabilidad civil, la magistrada, Elena Fernández Currás, le respondió que entiende su “lucha”, pero que “a lo mejor era otra jurisdicción” la que correspondía, tras quejarse de “reproches”.

El compareciente, Rogelio Bernardo Brotón, es uno de los miembros más activos de la plataforma de víctimas y, en la sala, relató que lo único que le “alivia” el “dolor inmenso” de la pérdida de su hijo, que era tripulante de cabina y por lo tanto estaba trabajando el día de la tragedia, es ir al cementerio cada semana y contarle “la lucha” que están librando, “siempre colaborando con la justicia”, para conocer las causas del descarrilamiento del Alvia y tratar de depurar responsabilidades.

Por eso pidió una sentencia “ejemplarizante”, ya que, de no ser así, habrá quien vuelva a “firmar en barbecho”, afirmó, en alusión a uno de los dos procesados, el exdirector de Seguridad de la empresa pública Adif, Andrés Cortabitarte, a quien (como al maquinista) se le atribuyen 80 homicidios por imprudencia profesional grave. A continuación la madre del chico recordó, emocionada, que su hijo les transmitía tranquilidad al asegurar que viajaba en un tren con sistema de frenado “automático”, entre otras cuestiones.

En su intervención, Brotón sacó a colación la frase que esgrimió la jueza esta misma semana, en otra sesión, ante las quejas de otros dos padres que también perdieron a su hijo en la curva de A Grandeira.

“Me pareció escuchar que alguien dijo en esta sala que no habrá sentencia que nos satisfaga a las víctimas”, indicó, para añadir que, en su opinión, esto no es así, y que lo que él personalmente busca es una sentencia “ejemplarizante” para que no vuelva a suceder que haya quien “firme en barbecho”.

La jueza, en ese momento, aseguró entender su “dolor” y también su “lucha”, pero rechazó que se le hagan “reproches”. “No le hago reproches, todo lo contrario, siempre hemos colaborado con la justicia”, replicó esta víctima. Fue en este cruce de palabras cuando la magistrada deslizó que “a lo mejor era otra jurisdicción donde tenía que resolverse” este asunto.