El Defensor del Pueblo exige a Renfe un informe sobre los retrasos en los trenes

Las demandas de los viajeros del tren en Galicia siguen sumando apoyos año y medio después de que iniciaran sus movilizaciones debido a los retrasos que padecen a diario. El Defensor del Pueblo ha respondido a las alegaciones presentadas por Renfe “solicitando la emisión de un informe complementario en relación con las nuevas alegaciones formuladas” por los usuarios.

El órgano presidido por Ángel Gabilondo responde así a la información facilitada por la compañía después de que se iniciara esta vía para denunciar la falta de frecuencias y fiabilidad de la línea de Alta Velocidad que conecta A Coruña y Vigo desde 2015. Esta queja formal llega gracias a las reclamaciones colectivas de 700 usuarios recogidas entre diciembre de 2021 y enero de 2022 fue el germen de la Asociación Media Distancia Galicia que consiguió en febrero el compromiso de Renfe para crear un Plan de Mejora de la Puntualidad que por ahora no se ha materializado. Aunque fue hace ya casi un año cuando el operador ferroviario se comprometió en una ronda de reuniones con pasajeros habituales a mejorar la puntualidad en el servicio, no fue hasta el arranque de este 2023 cuando anunció que se iba a poner manos a la obra ante los retrasos detectados, especialmente en el Eje Atlántico y en las conexiones entre A Coruña y Santiago. Esta falta de puntualidad, según reconoció el Ministerio de Transportes a diputados gallegos del PP, “puede deberse a distintas causas derivadas de la infraestructura, los operadores o causas externas”. En esa respuesta registrada en el Congreso de los Diputados, el Gobierno avanzó que “para minimizar la problemática planteada, Renfe ha planteado a Adif la necesidad de establecer acciones de coordinación”.

El Eje Atlántico ha cronificado retrasos de diez minutos en la mayoría de sus trenes en todas sus franjas horarias, alcanzando los treinta o sesenta minutos en varias ocasiones en las últimas semanas.

En otro texto remitido al Defensor del Pueblo en noviembre se apuntaba que “el incumplimiento y el perjuicio a los trabajadores reside en la suspensión injustificada de ese y otros servicios públicos exigidos por contrato” a la operadora. De esta manera volvían a reclamar “fiabilidad” en estas frecuencias acordadas con el Ministerio de Transportes además de unos servicios entre A Coruña y Vigo adecuados a los horarios laborales. Sin embargo, esta posibilidad fue rechazada por Renfe basándose en las encuestas realizadas en otoño a los pasajeros de los trenes 9072 (con salida de Vigo a las 6,40) y el 9153 (regreso a las 15 horas).

“Las conclusiones muestran que los horarios actuales son los de preferencia mayoritaria de los clientes (54%), y aceptar los cambios propuestos, supondría dar satisfacción a un porcentaje de clientes similar (22%) al de los clientes que dejarían de utilizar el tren (19%) por la modificación horaria” señalan. Sin embargo, esta conclusión no tiene en cuenta que la muestra se limita a los viajeros actuales y no se ha tenido en cuenta a los que, desde la implantación de estos horarios, han tenido que optar por otros medios.

Las limitaciones temporales de velocidad en la vía, la ajustada rotación del material —agravada en los últimos meses ante el crecimiento del 100% en la demanda— o la carga de trabajo de los maquinistas han sido cruciales para ello. Estas decisiones de Adif y Renfe han convertido a la segunda línea de Media Distancia más utilizada de España en todo un vía crucis para los miles de gallegos que la usan a diario para ir a sus puestos de trabajo, estudio o sus hogares. Desde esta plataforma de usuarios aseguran que “se ha perdido la perspectiva” ya que “no somos un país que haga encuestas para cumplir nuestras obligaciones”. También piden eliminar las “asimetrías” que sufren A Coruña y Vigo respecto a Santiago en este servicio.

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