Francia da largas al Corredor Atlántico: “Si no ganamos la lotería tendrá que esperar”

El ministro francés de Comercio Exterior avisa que la prioridad es la conservación de las vías regionales secundarias del país galo | “Nunca mencionamos el plazo de 2030”, apunta

Tren de mercancías. |  // IÑAKI ABELLA

Tren de mercancías. | // IÑAKI ABELLA / Paula Pérez

Paula Pérez

En España las inversiones en el Corredor Atlántico avanzan, aunque de forma desigual según el territorio. Pero de poco servirá tejer esta malla de transporte ferroviario por la Península si no tiene salida hacia el resto de Europa. Y eso depende de Francia, que advierte que no está entre sus prioridades: “A menos que ganemos la lotería el Corredor Atlántico tendrá que esperar”. Así lo advirtió ayer el ministro delegado de Comercio Exterior, Oliver Becht, quien aclaró que prefieren dedicar el dinero a la conservación de las vías regionales secundarias del país galo.

El Corredor Atlántico discurre por toda la fachada atlántica de Europa para facilitar el transporte de mercancías y de viajeros. En Galicia supondrá modernizar las anticuadas líneas del tren de la comunidad autónoma y actuará de revulsivo económico pues permitirá conectar los puertos gallegos, no solo con el resto del país, sino también con Europa, a través de Francia. Este eje recibirá financiación de la UE pues ha sido incluido dentro de la red básica de transportes con el objetivo de que esté operativo en 2030.

Sin embargo, al retraso que acumulan las inversiones en el trazado noroeste de este corredor se suma ahora un nuevo obstáculo. El Gobierno francés no lo ve prioritario y descarta ejecutar la conexión con la frontera española en el horizonte del año 2030.

Durante la cumbre hispano-francesa celebrada en Barcelona el 19 de enero el Ministerio de Transportes español emitió un comunicado en el que celebraba el compromiso de Francia de concluir tanto el Corredor Atlántico como el Mediterráneo para 2030. Pero poco después las autoridades francesas lo desmentían.

“Nunca se mencionó esa fecha”, ratificó ayer en Madrid el ministro delegado de Comercio Exterior del Gobierno francés. Aunque aclaró que existe una “voluntad común” de ambas partes por impulsar esa infraestructura, advirtió que “se tiene que hacer por fases”.

Según las previsiones del Gobierno francés, la línea Burdeos-Dax no estará lista hasta 2042, pero dejan sin plazo la conexión de Dax con Hendaya.

El ministro francés señaló ayer que el único tramo al que se han comprometido es el de alta velocidad que falta entre Perpiñán y Montpellier, que se espera que se concluya en torno a al año 2035 y añade: “y el Corredor Atlántico, a menos que ganemos la lotería, tendrá que esperar”.

“Poner ese dinero ahí (en el Corredor Atlántico) es no ponerlo en otro sitio, como en las vías regionales secundarias y nadie entendería que hay tramos ya existentes que no se están usando porque no se han regenerado”, explicó. Es decir, el Gobierno francés prioriza mantener su red ferroviaria secundaria a impulsar nuevas infraestructuras.

La postura del Ejecutivo de Emmanuel Macron ha caído como un jarro de agua fría sobre todo en las comunidades del Noroeste. Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco decidieron unirse para urgir una salida hacia Europa del Corredor Atlántico.

Pero también el Gobierno portugués se sumó a esta presión al Ejecutivo francés para que impulse la conexión ferroviaria con la frontera española. En la cumbre hispano-lusa celebrada en marzo en Lanzarote los ministros de Transporte de ambos países acordaron enviar una carta a la Comisión Europea para que exhorte a Francia a cumplir con los plazos de la UE y acelere las obras del Corredor Atlántico.

Bruselas

En Bruselas tampoco gusta la postura de Francia. El Gobierno comunitario pidió explicaciones al Ejecutivo de Macron por retrasar esta conexión ferroviaria, pues al estar incluida en la red básica de transportes debería estar concluida en el año 2030.

La Comisión Europea “lamentó” el aplazamiento anunciado por el Gobierno francés y le instó a dar prioridad a los tramos transfronterizos.

Pero ninguna de estas gestiones surtió efecto. En el mes de abril el embajador francés en España, Jean-Michel Casa, aseguró en una entrevista que su país no varía su horizonte temporal para concluir el enlace con el Corredor Atlántico. Además, ironizó sobre el efecto de la presión de España y Portugal. “Presionar a Bruselas, ¿no? Bueno, que presionen. Si consiguen que la Comisión Europea lo financie todo, bien, claro. Depende también de los fondos europeos. Es una paradoja que España y Portugal, que nunca han sido capaces de hacer un tren de alta velocidad entre Madrid y Lisboa, nos expliquen que hay que presionar a Francia”, respondió Casa.

En esta misma línea el ministro delegado de Comercio Exterior francés dejó claro ayer que su postura es inamovible y que sus prioridades son la conservación y el mantenimiento de las líneas ferroviarias internas de Francia.

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