Jorge Manuel Pena Rubal nnficha personal | Comisario jefe de la Policía Autonómica

“Los incendios desbordan los operativos: ahora son doce veces más veloces y agresivos”

“En el rural, el vecino es más hermético y no denuncia al incendiario por miedo a represalias”

El comisario jefe de la Policía Autonómica, Jorge Manuel Pena Rubal.   | // XOÁN ÁLVAREZ

El comisario jefe de la Policía Autonómica, Jorge Manuel Pena Rubal. | // XOÁN ÁLVAREZ / R. Prieto

Arranca la campaña de alto riesgo de incendios, y con ella se diseñan los operativos de vigilancia e investigación que permitan disuadir a los incendiarios y logren contener el avance de las llamas que cada año reducen a cenizas miles de hectáreas en Galicia. Aún con todos los medios humanos y técnicos desplegados en la comunidad, el comisario jefe de la Policía Autonómica, Jorge Manuel Rubal, advierte de que los incendios que ahora asolan los montes gallegos, los llamados de sexta generación debido al cambio climático, son hasta 12 veces más veloces y agresivos. Reconoce que es una misión casi imposible pillar infraganti a un incendiario y apela a la colaboración ciudadana para lograr estrechar el cerco sobre los autores de estos delitos: “En el rural, el vecino es más hermético y no denuncia al temer represalias del incendiario, que suele ser una persona conflictiva”.

¿Cómo afrontan esta campaña de riesgo, máxime teniendo en cuenta las previsiones de un verano cálido y los episodios de sequía cada vez más frecuentes y duraderos?

Como todos los años, con un plan de prevención que iniciamos a principios de año para comprobar que hay limpiezas en el monte, los cambios de usos en el suelo e incluso las franjas de seguridad. Ahora damos información a los ciudadanos sobre los requisitos para realizar las quemas forestales para que no se produzcan escapes y para informarles sobre la limpieza de franjas de su finca, primando siempre la labor informativa a la punitiva. En todas las sedes de la UPA, hay equipos permanentes de investigación de incendios con la exclusiva finalidad en este periodo de riesgo de esclarecer las infracciones que se puedan cometer. Por ello, durante la campaña, desde que comienza ahora y hasta octubre, se focaliza más la vigilancia en las parroquias donde ha habido una alta actividad incendiaria.

Con estas previsiones meteorológicas, ¿se está en una situación de alerta mayor que otros años?

Nos basamos en las previsiones del Índice del riesgo diario de incendio forestal, que es una herramienta de apoyo que fue creada en 2007, dentro del Pladiga, y analiza diversos factores meteorológicos —la temperatura, el viento, la humedad relativa—, que junto con el estado de la biomasa vegetal o la situación de los de distintos suelos en todo el territorio gallego influyen en el comportamiento del fuego. Basándonos en toda esa información y en otras complementarias establecemos los dispositivos operativos para hacer las distintas patrullas en el monte.El cambio climático ya empieza a tener impacto también en los incendios forestales, bautizados como de sexta generación, por su mayor virulencia.

¿Está preparada Galicia en medios humanos y técnicos para combatirlos?

Se ponen todos los medios posibles. Pero aun así, estos incendios de sexta generación son dificilísimos de controlar porque se refieren por causas multifactoriales como el cambio climático, la despoblación del medio rural, el abandono del monte, la propia mano del hombre... Ya en Galicia hemos visto que el año pasado se han producido incendios de este tipo, como pasó en Lugo, O Courel, Ourense o Pontevedra. Son incendios que son hasta 12 veces más veloces y agresivos que los incendios que teníamos anteriormente, aquellos que a raíz de la humedad y el clima atlántico se podían reducir durante la noche. Estos incendios se sexta generación, cada vez más frecuentes, pueden crear remolinos y tormentas que en momentos determinados desbordan la capacidad del operativo por muchos medios que pongamos en nuestra parte.

¿Cuál es el déficit en la plantilla de la UPA en estos momentos y cómo afecta eso a un delito que cada año arrasa miles de hectáreas en la comunidad gallega?

Nosotros actualmente estamos en un nivel de ocupación inferior al 72%, nos faltan más de 140 policías para tener el catálogo completo de trabajo. Eso ya de por sí supone una difícil misión para poder realizar las competencias generales. A pesar de todo, en campaña de riesgo, dedicamos el 62% de nuestros recursos humanos a la lucha contra incendios, con servicios extraordinarios, doblando horas, para poder garantizar la presencia en caso de un incendio.

¿Qué es más importante para combatir un delito como es el incendio forestal: la prevención, la educación o la sanción/condena?

En principio, todas las facetas son importantes porque al ser utilizadas coordinadamente en conjunto, conseguiremos vencer el dedito. Pero destacaría fundamentalmente la educación y la prevención. Porque si educamos a los ciudadanos en la protección de los recursos naturales, disminuiría este delito. Y con la prevención evitaríamos que las personas que no respetan el medio ambiente que no comentan ese delito. Así también evitaríamos que se produjeran los casos de imprudencia o accidentes. Y no tendríamos que llegar a la indeseable sanción o condena para que estas personas vean que tienen una consecuencia si cometen algún acto delictivo.

A día de hoy, ¿Galicia está suficientemente limpia de maleza como para minimizar el impacto de los incendios o los propietarios no han hecho los deberes y no se implican como deberían?

Aunque todavía nos encontramos con propietarios reticentes, la mayoría se está concienciando que es necesaria esa presencia de franjas de seguridad para evitar que los incendios se extiendan y calcinen más fincas. En Galicia es sorprendente el crecimiento vegetativo que tenemos. Si limpiamos hoy al cabo de un mes vuelve a haber otra vez maleza. Entonces tenemos que mantener esas franjas de seguridad para evitar que los incendios calcinen viviendas, vehículos o incluso puedan afectar a la seguridad de las personas.

¿Pillar a un incendiario es fruto del azar o de ese plan de seguimiento pionero puesto en marcha tras la ola de incendios de 2006 en Galicia?

Detener un incendio infraganti es casi imposible, hemos hecho alguno, pero es muy difícil. Por eso el plan de seguimiento sí ha logrado disminuir el número de incendios. La colaboración ciudadana es esencial. Hace unos días, en Ourense hemos conseguido detener a un incendiario infraganti, pero fue gracias a esa colaboración de un ciudadano que nos avisó que estaba viendo a la persona perdiendo en el monte.

La colaboración vecinal es la pata que falta para vencer en la lucha contra el fuego, me comentaba en una entrevista hace un año. ¿Se ha mejorado y hay más implicación por parte de la ciudadanía?

Sí, se ha mejorado. En el ámbito rural son más herméticos, prefieren evitar conflictos con los vecinos, siendo el investigador nuestro de la UPA como una persona foránea, el incendiario suele ser una persona conflictiva y los vecinos tienen miedo a represalias. Pero a pesar de todo esto, la colaboración ciudadana, yo creo que sí se ha visto aumentada, sobre todo en zonas turísticas o también en zonas donde la gente vive en el rural, pero procede de otros lugares y no tiene vínculos con el incendiario. También es muy importante recordar que existe un teléfono de denuncias anónimas (900 815 085) que pueden llamar en cualquier momento para darnos información.

“De catorce detenidos este año, ninguno ingresó en prisión”

La mayoría de arrestados son por escapes de quemas, muy pocos por incendios provocados de manera intencionada

En los incendios con ánimo doloso, la investigación se complica porque cualquier persona que va por el monte puede prender fuego y aprovechar la frondosidad del bosque para escapar. Además, en el monte no hay cámaras, no hay testigos y ni siquiera a veces cobertura de móvil para poder llamar. En esos casos es imprescindible la colaboración ciudadana porque las pruebas del delito quedan eliminadas por el efecto de las llamas. Si no quieren poner denuncia, pueden facilitar datos de posibles sospechosos para que nosotros podamos someterlos a vigilancia y obtener alguna prueba. Por el contrario, los delitos por imprudencia dejan pruebas para poder hacer la investigación y la posterior detención.

La práctica totalidad de los delitos de incendio forestal quedan impunes: entre un 92 y 98%.

Es dificilísimo poder detener a una persona infraganti. La investigación es muy complicada. Por eso es fundamental la colaboración ciudadana para que nos den los datos para poder investigar, para hacer prevención y estar pendiente de las personas que puedan cometer ese delito y así esclarecer los hechos.

¿Cuál es el perfil del incendiario que va a juicio y es condenado?

Suele ser una persona reincidente, por lo general de la zona donde se cometen los incendios, y que usa el fuego como un medio, ya sea por una venganza personal, tenga alguna patología, para espantar a animales que se acercan a la granja, generar pastos, limpieza de matorral. Es una persona que utiliza el fuego de manera habitual.

¿Cuántos incendiarios han sido detenidos por la UPA este año?

Llevamos 14 detenidos hasta el 30 de junio. Y en prisión, ninguno. Tampoco el sorprendido infraganti en Ourense.

¿Se empieza a percibir un cambio de comportamiento ante la cultura del fuego, tan arraigada en Galicia, en las nuevas generaciones?

Aunque todavía existe esa cultura del fuego en Galicia, las nuevas generaciones van tomando más conciencia de esa protección del medio ambiente y de cuidar el entorno natural. Por eso esperamos que más pronto que tarde vayan disminuyendo este tipo de delitos.

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