Tensión y forcejeos en la protesta de los bomberos comarcales ante la Diputación de Pontevedra

El colectivo se plantará el viernes día 27 ante la institución coruñesa y el 17 de noviembre en la Xunta

Protesta de bomberos ayer ante la Diputación de Pontevedra.   | // R. V.

Protesta de bomberos ayer ante la Diputación de Pontevedra. | // R. V. / A. López

A. López

Bomberos de los parques comarcales de Galicia, en huelga desde junio, protagonizaron ayer una espectacular protesta ante la Diputación de Pontevedra, donde cientos de efectivos se concentraron para protestar por sus condiciones laborales. Antidisturbios de la Policía Nacional les frenaron ante la puerta del pazo provincial, donde se produjeron forcejeos y se lanzaron huevos, pintura y botes de humo.

La de Pontevedra es la primera de cuatro concentraciones, pues el próximo lunes está previsto que lleven su protesta frente a la Diputación de Ourense, el viernes 27 a la de A Coruña y el martes 31 a la de Lugo. Además, el 17 de noviembre tienen convocada una manifestación ante la xunta en Santiago y prevén la celebración de otra asamblea el día 20, “para valorar el estado de las negociaciones y la posible adopción de nuevas medidas”, como acampadas en lugares públicos o huelga de hambre.

Ángel Moldes García, presidente del comité de huelga y delegado de la CIG, llamó a las administraciones a reunirse con los trabajadores “para poner fin a este conflicto que lleva abierto desde principios del verano y que está cerrando parques por toda Galicia”.

Uno de los principales escollos son las condiciones económicas del colectivo. Un bombero comarcal en toda Galicia, con los siete convenios diferentes que los regulan, cobra de media unos 1.200-1.300 euros líquidos al mes. “No se valora ni el puesto, ni la peligrosidad, ni la nocturnidad, nada que en un puesto de trabajo hay que valorar”, criticó Ángel Moldes.

Los trabajadores también piden más medios materiales y humanos: “Este trabajo lo hacen los bomberos, no los políticos. Estamos con un mínimo de tres y no son dotaciones seguras para trabajar y no son dotaciones seguras en ninguna intervención. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales dice que tres no somos nadie para atajar una mínima emergencia”.