El esqueleto de las nuevas unidades contra incendios se nutre de madera gallega

El pino y castaño, protagonistas de las nuevas infraestructuras de extinción

E. Ocampo

La madera gallega de pino y castaño será protagonista en algunas de las nuevas infraestructuras contra incendios de Medio Rural, que predica con el ejemplo y avanza que usará este elemento natural para el esqueleto de sus bases operativas. La decisión se enmarca en el anuncio del Gobierno gallego, que exigirá el uso de la madera como elemento estructural en, al menos, el 20% de las obras públicas que licite la Administración autonómica. Y también, a raíz de que la Consellería editase una guía para animar a su uso en el sector público. Entre las razones esgrimidas, que es más sostenible y su uso, de forma colateral, avivará el músculo del sector forestal gallego, que facturó unos 300 millones menos en 2023 al caer las ventas de madera. Cambiar el hormigón o el acero por la madera ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto.

Como ejemplo, la base de unidad operativa de Muíños, cuya obra destaca por la utilización de madera gallega y que procurará su máxima integración en el medio con materiales ecológicos y reciclables. Una “instalación bioclimática” con la máxima certificación energética, destacan desde Medio Rural. Con una superficie construida de algo más de 223 metros cuadrados, todos los elementos estructurales proyectados fueron desarrollados por empresas y universidades gallegas y la producción se está realizando “con maderas locales de pino y castaño, bajo la filosofía de kilómetro cero”.

De las 69 bases operativas que prevé el Plan de mejora de las infraestructuras de Medio Rural —al que la Xunta destinará 24 millones en los próximos tres años—, se establecen dos grupos: las instalaciones que se renovarán, que supondrán alrededor de un 79% del total, unas 54 sedes. Y aquellas que serán nueva construcción o rehabilitación total: el 21% restante, es decir, unas 15 sedes.

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