"Los niños de hoy saben mucho de tecnología pero les preguntas de dónde vienen las castañas y te dicen que del supermercado y la leche, del brick. Queremos enseñarles que están en los árboles, que hagan actividades relacionadas con la naturaleza y que aprendan cómo se hacían las cosas antiguamente", explica la presidenta de la asociación de vecinos de Orro, María Serantes. La representante vecinal impulsó, junto a la directiva de la entidad, la recogida de castañas celebrada ayer en el núcleo tradicional de Orro. La actividad sirvió para unir a los vecinos de la parte más urbana, los residentes en las urbanizaciones de Los Olivos y Vallesur, en A Zapateira, y los vecinos del núcleo histórico y las zonas rurales de la parroquia, quienes les sirvieron de guía y les contaron anécdotas de su juventud.

El señor Manolo y la señora Paquita pusieron sus castaños, sus limoneros, su níspera, su mandarino, sus parras y sus manzanos a disposición de los pequeños, que además de recoger castañas, probaron manzanas y uvas y observaron otras frutas, como kiwis, además de comprobar el origen de las calabazas a las que pronto darán un aire siniestro por Halloween, que algunos confundieron sobre el terreno con "melones". Los pequeños recibieron y pusieron en práctica consejos de los más expertos sobre las castañas y, en general, la vida en el rural. Por ejemplo, los recolectores de castañas tuvieron en cuenta el consejo de una vecina de que los erizos más verdes contienen las castañas, más grandes, relata Serantes. Además, una niña vio aliviado el picor causado por las ortigas al frotarse con uña de gato, como le recomendaron los vecinos de Orro.

El grupo que iba a recoger castañas estaba integrado por una quincena de niños, la mayoría de las urbanizaciones, y cerca de una decena de padres. El colectivo se mostró muy agradecido con el pueblo de Orro, quien los acogió de modo cariñoso y les contó diferentes anécdotas relacionadas con la época del magosto o recuerdos de su infancia, cuenta Serantes. "Manuel nos contaba que los castaños tienen 40 años, que él mismo hizo los injertos. Y que en su tiempo cocían las castañas con leche y azúcar y eso era un manjar", transmite la presidenta vecinal. Tras la recogida hubo una merienda y un partido de fútbol mayores contra niños.

Las castañas recogidas ayer se pondrán a secar para celebrar un magosto con cena el 21 de noviembre. Ese día, los niños aprenderán a elaborar "rosarios", es decir, collares de castañas, con Manuela, vecina de Orro. Además, el día 30 se celebrará en el local de la asociación de vecinos una fiesta de Samaín para todas las generaciones.