Alumnos de colegios de Cambre y Culleredo volvieron a sufrir hoy problemas con el menú en sus comedores escolares. Profesores o directores tuvieron que encargar pizzas o bocadillos para no dejara los niños sin comer después de detectar nuevas deficiencias en las raciones enviadas por la empresa concesionaria del servicio, Servicol. El alcalde de Cambre, Óscar García Patiño, exige a la Xunta que rescinda el contrato y cambie de empresa. El Gobierno local de Culleredo reclama el Ejecutivo autonómico tomar "medidas inmediatas de una vez por todas" para que la situación vivida ya en varias ocasiones desde el inicio del curso "no se vuelva a repetir".

Las barquetas en las que se trasladó hasta los colegios la comida y en las que debía ser calentada se derretían con el calor en el horno. Algunas de las que contenían caldo, además, habían llegado abiertas a los colegios. En el Sofía Casanova, de Vilaboa; el colegio de Sigrás y el Portofaro se observó que el caldo se encontraba en mal estado tras calentarlo. En el Ría do Burgo y en el colegio de O Graxal, sin embargo, al percatarse los responsables del comedor o recibir aviso de lo ocurrido en otros centros, buscaron alternativas para calentar la comida en otros recipientes. Los problemas provocaron que en algunos centros los niños comenzasen a comer con una hora de retraso. En otros casos, los responsables de los escolares decidiesen encargar bocadillos, solución adoptada en Sigrás, o pizzas, opción elegida en el Sofía Casanova.