Un terreno rústico y sin uso a orillas de la carretera ha desencadenado un nuevo enfrentamiento entre el Concello de Sada y los herederos del dictador Francisco Franco. Como informó ayer este diario, el albacea de la herencia de Carmen Franco, Luis Felipe Utrera-Molina, ha enviado una carta al Concello "en nombre de todos los herederos", para comunicarle su negativa a ceder esta finca de 501 metros cuadrados para construir acerasLuis Felipe Utrera-Molina.

En su misiva, el representante de los Franco, hijo de un ministro de la dictadura, atribuye la negativa de la familia Franco a entregar gratuitamente la finca y facilitar así la ejecución de una antigua demanda vecinal al "clima de abierta hostilidad" que ha generado el pleno de Sada al declarar non gratos a los herederos del militar golpista. Los descendientes del dictador llegan a afirmar que la decisión adoptada por la mayoría de la Corporación "no tiene precedentes en el mundo civilizado" y supeditan la cesión del suelo para construir las aceras a que el pleno den marcha atrás en esta "afrenta pública" y anulen el acuerdo.

El alcalde de Sada, Benito Portela, afirmó ayer que el Gobierno local no está dispuesto a ceder ante lo que califica de "chantaje". "Es una muestra más de la forma en que los herederos del dictador gestionan los bienes obtenidos a través del expolio y por la que fueron declarados non gratos. Con esta medida de presión no están pensando en el interés general de los vecinos de Sada, si no en defender sus intereses particulares y un patrimonio obtenido de forma irregular", sostiene Portela, que acusa a los Franco de "pretender condicionar las decisiones tomadas democráticamente transcurridos 43 años del fin de la dictadura". El regidor recalca que la negativa de la familia a ceder los terrenos no supondrá un escollo para ejecutar la obra y avanza que ya estudian las diferentes alternativas.

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El regidor, de Sadamaioría, y sus compañeros de gobierno del PSOE y del BNG se ratifican en el acuerdo adoptado el pasado agosto, que prosperó con sus votos, la abstención del PP y el único voto en contra de los dos ediles del PDSP. Los grupos de la izquierda declararon personas non gratas a los herederos del dictador por los reiterados incumplimientos del régimen de visitas del pazo de Meirás, que llevaron a la Xunta a imponer a los Franco una sanción, y por la decisión de los sucesores del militar golpista de encomendar las visitas a una fundación fascista para ensalzar la "grandeza" del dictador.

El encargo de los itinerarios a la Fundación Nacional Francisco Franco fue la gota que colmó la paciencia del Ejecutivo municipal, que reclama la devolución del pazo de Meirás al considerarlo un "botín de guerra" obtenido mediante el "expolio". La negativa de los Franco a ceder la finca se produce poco después de sacar a la venta por ocho millones el pazo de Meirás, una decisión que insufló fuerzas a la Xunta Pro Devolución, entidad de la que forman parte la Diputación, unos treinta concellos (entre ellos, Sada) y colectivos sociales y culturales.

La asociación de vecinos de Meirás evitó ayer pronunciarse sobre la polémica, aunque sostuvo que los Franco están "en su derecho" de no ceder gratuitamente el suelo. "De momento, vamos a confiar en que tendremos las aceras, pero si nos quedamos sin ellas tendremos que decir otras cosas", sostuvo a consulta de este medio su portavoz, Mar Fernández, que recuerda que los residentes de Meirás aguardan desde hace años por esta obra.

Comisión de la Xunta

La Xunta celebró ayer una nueva reunión de la comisión de expertos para analizar las vías para recuperar el pazo de Meirás. El Gobierno gallego aguarda tener perfilada una estrategia antes del verano.