"Henry, saluda a la periodista", y Henry relincha y se pone de manos, se aguanta un buen tiempo solo sobre las patas traseras. "Le enseñé yo a saludar", explica con arrobo en la mirada Isolino Bardanca, el propietario de este precioso "caballo alazán enano, no pony", de color tostado y rubias crines que pasta habitualmente pocos metros más abajo del núcleo de As Eiras, el lugar más antiguo de Meicende, con viviendas de más de cien años, y que el Concello está ahora en proceso de derribo. Isolino y su caballo Henry, su gata Lisa y su macho cabrío Javier, son la razón por la que el Ayuntamiento de Arteixo ha parado las obras de derribo de viviendas en ruinas en esta zona.

El objetivo del Concello con esta obra es ampliar la calle Ecuador y la travesía de Meirás. Pero también la finalidad es eliminar un área degradada y sobre todo eliminar algunas viviendas donde se "trapichea" desde hace años. El Concello ha llegado a acuerdos con los propietarios y en otros casos fue a expropiación. Pero Isolino vive "hace medio siglo" en una casa en unas condiciones pésimas de la que no tiene papeles, por lo que no puede recibir indemnización por marcharse. Y por eso se niega a irse.

"Me dan 12.000 euros para que me busque algo para vivir, ¿qué casa compras por esta cantidad?", pregunta Isolino. "Yo no tengo el papel de que la casa es mía, se perdió, mira cómo está mi casa, es una ratonera. Yo quiero llegar a un acuerdo con el Concello, pero que me paguen lo que vale la casa por el catastro", agregó.

El Gobierno local señala que expropió y pagó al propietario de la vivienda donde ha vivido cincuenta años Isolino Bardanca. "Solo tiene dos posibilidades, acreditar la propiedad mediante escritura de compra, que no tiene, o demostrar que lleva cincuenta años viviendo allí", explicaron fuentes del Ejecutivo arteixán.

El Concello, aunque inicialmente le otorgó un plazo de cinco días a este vecino para desalojar, ahora ha decidido "esperar" un tiempo, mientras negocia con él para tratar de llegar a un acuerdo. Si no lo hay, recurrirá al desahucio.

"Claro que lleva más de cincuenta años aquí. Yo nací aquí hace sesenta años, mi madre nació en una de las casas que tiraron, y conocí a Isolino de niña", señala Eva Vázquez.

Esta vecina vive casi frente a Isolino, también en la Travesía de Meirás. Pertenece a una familia de toda la vida de esta zona histórica. "Yo creo que el Concello debería de haber rehabilitado estas viviendas en lugar de tirarlas. Hacer una limpieza de la maleza, y arreglarlas, porque es donde nació Meicende", señaló Eva Vázquez.

"El Concello dijo que reunió a todos los vecinos de As Eiras para hablar sobre este plan, pero a mí, y a mi vecino del número 26, nadie nos llamó a una reunión", añadió Vázquez.

El Concello de Arteixo comenzó el derribo de viviendas en este núcleo a principios del pasado mes de agosto. La demolición tenía un plazo de ejecución de dos meses pero ante la resistencia de Isolino las obras por ahora están paralizadas.

"Mira, tiraron esa casa con gente dentro y mira cómo quedó la de al lado, un peligro", dice Isolino mientras señala la pared de una casa que hacía de medianera con otra que se demolió.