El Ayuntamiento de Oleiros licitó el mes pasado, y está a punto de realizar la adjudicación definitiva, de los trabajos de asfaltado del camiño do Agurniño en Serantes, que licitó por 72.227 euros con IVA. Todo este gasto pudo habérselo ahorrado si hubiese conseguido la subvención de la Xunta que solicitó en 2017, dirigida a los concellos para pavimentación de caminos en zonas rurales. El Gobierno gallego sin embargo rechazó su petición porque en un programa que tienen le saltó que este Concello tenía una deuda con la administración, y no tener ninguna es una condición indispensable. El Ejecutivo local recurrió esta resolución, perdió y luego fue al Juzgado de lo Contencioso, donde en enero de este año volvió a perder, y tras recurrir de nuevo, ahora el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) de nuevo a tumbado su demanda. Ha perdido la ayuda porque en su día se negó a pagar los 50 euros de tasa que le reclamó la consellería por instalar una carpa en zona portuaria en Lorbé para la Festa da Centola

El Concello, para optar a esta subvención, aportó una certificación de junio de 2017 de la Agencia Tributaria de Galicia en la que se confirmaba que carecía de deudas pendientes en período ejecutivo no aplazadas, fraccionadas o con ejecución suspendida. Tras una comprobación posterior sí se observó que existía esa deuda de 50 euros y se le requirió al Ayuntamiento que presentase un certificado, que no aportó, pero sí en cambio, en el mes de septiembre, envío un informe de Secretaría en el que se reconocía dicha deuda además de explicar que Oleiros había presentado una reclamación económico-administrativa por dicha deuda, al entender que había un error, ya que había sido la Cofradía de Pescadores la que organizó la Festa da Centola y no el Concello, así que se debía reclamar esa tasa a este colectivo.

El Tribunal Superior resaltó que Oleiros no solicitó la suspensión de esa deuda mientras se dirimía quién tenía razón, así que dicho adeudo se mantenía vigente. También destacó que aunque un certificado de noviembre de 2017 validó que no existían deudas pendientes del Concello con la Xunta, lo que se tiene que tener en cuenta es que cuando solicitó la subvención sí existía tal deuda.

"El Concello además sabía de la existencia de esta deuda antes de dictarse la resolución denegatoria y no la abonó a fin de que no figurase el certificado negativo", subraya el Superior. El Concello ahora, tras perder de nuevo el pleito y tener que pagar las costas, aún puede ir al Supremo. No obstante, ha contratado con sus fondos propios la pavimentación de este camino. Canarga se perfila como la empresa adjudicataria de los trabajos de asfaltado, con una mezcla de bituminosa en caliente, de los casi 700 metros de este vial que ahora es de zahorra y está muy deteriorado a causa de la lluvias de los últimos inviernos.

Oleiros tiene de nuevo una deuda con la Xunta, ahora mucho mayor, unos 800.000 euros, tras negarse a pagar a Política Social la subida del porcentaje de cofinanciación de centros de días y escuelas infantiles. Ha puesto un pleito contra la consellería por esta razón, y logró que los tribunales aceptasen la suspensión de este cobro como medida cautelar.