A pesar de un año tan difícil como 2020, con el incremento de gasto para hacer frente a una insólita pandemia, los ayuntamientos del área metropolitana lograron controlar bien sus cuentas y pagar en plazo a sus proveedores, sin acumular demasiadas facturas en el cajón, la denominada cuenta 413 de la que tienen que informar al Ministerio de Hacienda. En la comarca, hasta cuatro concellos finalizaron el pasado ejercicio con todo pagado a sus acreedores, sin ni un euro sin abonar, ninguna factura guardada para el año próximo en espera de tener más liquidez. Se trata de Abegondo, Betanzos, Culleredo y Oleiros, a los que se suma, ya en el segundo cinturón comarcal, A Laracha.

La cuenta 413 se refiere a los acreedores por operaciones pendientes de aplicar al presupuesto, es decir, obligaciones de pago que tiene un Concello por haber realizado gastos o contratado servicios sin aplicarlos al presupuesto, es decir, facturas sin reconocer ni liquidar por obras, suministros o servicios realizados, que se guardan para aplicar cuando las arcas municipales tienen más fondos, un mecanismo legal que permite alargar los plazos de abono a proveedores sin que corra el tiempo máximo de 30 días.

Otros concelllos, como Carral (15.198 euros) y Arteixo (20.928 euros) remataron el año 2020 con una deuda comercial de muy poca entidad respecto a estas facturas.

En el lado contrario se situó A Coruña, un ayuntamiento que remató el pasado ejercicio con facturas en el cajón, según el Ministerio de Hacienda, por valor de 2.851.286 euros, muy superior a la de otras ciudades, como por ejemplo Vigo, que registró una deuda comercial al acabar 2020 de 661.168 euros. No obstante, el Ejecutivo coruñés mejoró respecto al año 2019, que terminó con facturas guardadas por valor de 15,5 millones de euros, situándose en el puesto número once de España por volumen de dinero en este tipo de saldo.

Tras A Coruña, en el área metropolitana coruñesa el mayor volumen en la cuenta 413 lo registró Cambre con 130.862 euros sin abonar en distintas facturas de proveedores, seguido a gran distancia de Bergondo con 70.554 euros.

En el caso del municipio de Sada, una vez más, no envió los datos al ministerio (solo remitió los del segundo trimestre del año pasado).