Los usuarios que utilizan habitualmente la línea de transporte metropolitano entre A Coruña y Mera han presentado distintas quejas ante la Xunta y ante la empresa concesionaria desde el pasado mes de diciembre al considerarse “discriminados” respecto a otras de la comarca debido al modelo de autobús, “de peor calidad” , y también porque a algunas horas se “ralentizan” estos vehículos y marchan a un máximo de 30 kilómetros por hora para no llegar antes de tiempo a la ciudad herculina y crear un colapso en la parada de Entrejardines.

La empresa concesionaria, Alsa, ha reconocido que en casos concretos “se debe ralentizar la marcha” para cumplir los horarios de todos los buses y en casos puntuales ante las condiciones de tráfico. Respecto a la falta de cinturón de seguridad de los que se usan ahora en esta línea explica que “están autorizados” los modelos tipo urbano para el transporte interurbano, que “nunca están dotados de cinturones” y en todo casos tienen todas las autorizaciones y revisiones.

Una de estas usuarias, que lleva 27 años utilizando la línea entre Mera y A Coruña, Silvia Fontán, reunió 220 firmas en protesta por el cambio del tipo de autobuses, que presentó en las oficinas de la empresa “sin recibir nunca respuesta”. Fontán destaca que, a diferencia de otros destinos, a Mera ahora van “buses tipo urbano, no autobuses grandes”, algunos de ellos de gran antigüedad, que no llevan cinturón de seguridad, están sobre una plataforma elevada y con varios asientos en el sentido contrario a la marcha, lo que los hace “muy incómodos” para determinadas personas, y por ser un trayecto interurbano. Señala que esto ocurre con la línea B9 y la B10 que va a Pousada (Oleiros).

Fuentes de Alsa señalaron, sobre la antigüedad de algunos buses, que “cumple escrupulosamente con lo establecido en el contrato, que contempla un período transitorio para la renovación completa” de la flota.

Estos vehículos más pequeños tienen entre 23 y 27 plazas, y según denuncian los usuarios, a determinadas horas “pueden ir hasta sesenta personas de pie” (en cuanto se levanten las restricciones sanitarias). Otra de las quejas de estos usuarios, que trasladaron al Concello de Oleiros y éste se comprometió a reenviar a Mobilidade de la Xunta el pasado febrero sin que hayan recibido respuesta tampoco, es la “ralentización” de algunas líneas, algo que se produce desde el pasado diciembre. Afirman que por esta "penalización" muchos pierden "transbordos a A Coruña).

“El autobús de las 07.35 de Mera cuando llega a Rialta tiene orden de esperar para ir hacia A Coruña hasta que sean las 07.48”, señala Silvia Fontán, que ha documentado la situación mediante fotografías de horarios y paradas y billetes que guarda desde enero. Asegura que desde Mera a Rialta le llevaba ocho minutos al bus B9 y ahora tarda “más de un cuarto de hora”.

Los usuarios protestaron por la reducción de horarios los fines de semana desde febrero pero tras sus quejas se repusieron. La concesionaria señaló que no ha recibido por ahora “un número significativo de reclamaciones o quejas” pero siempre “monitoriza” los horarios para detectar “áreas de mejora”.

Los viajeros demandan además que se informe con tiempo a los pasajeros de los cambios y que no se haga simplemente poniendo un papel en el cristal que no todos miran (ayer por la mañana pusieron uno por el corte a causa del triatlon). Solicitan más información y actualización en las paradas de autobuses.