Tras el incendio en julio de 2020 y meses después, el 31 de diciembre, el derribo ordenado por el Ayuntamiento de Oleiros de la mayor parte del edificio catalogado de la Casa Carnicero, quedaba parte del cableado eléctrico que antes estaba en la fachada, colgado en unas farolas de alumbrado de la carretera Nacional VI. Unos operarios iniciaron ayer los trabajos para soterrar este cableado, para lo que estuvo cerrado al paso de los peatones esa margen del puente de A Pasaxe.

Los obreros vallaron el contorno de lo que queda de la fachada de la vivienda mientras perforaron la baldosa de la acera para canalizar los cables, que dejarán así de ser aéreos. Algunos vecinos y muchos conductores, tras ver a operarios junto a la vivienda y las vallas de obra, pensaron que habían acudido a finalizar la demolición de la casa catalogada, ya que aún queda parte de la planta baja, en la fachada que da a A Pasaxe.

El derribo de esta edificación está judicializado y en juzgado ya tomó testimonio a los policías autonómicos que acudieron el día que el Concello ordenó echarla abajo. La Fiscalía vio indicios de delito en esta acción y formuló denuncia contra el alcalde, una concejal y dos técnicos por un supuesto delito contra el patrimonio histórico.