Vecinos de los terrenos por los que discurrirá el vial 18 —conexión proyectada entre la tercera ronda (AC-14) y la autopista AP-9— reclamaron ayer a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que se dé a los afectados “la oportunidad de defenderse”. Residentes en la zona por la que discurrirá la infraestructura entregaron ayer en mano una carta a la responsable estatal, en su visita oficial a la ría de O Burgo, tras el inicio de los trabajos previos para la regeneración del estuario.

En la misiva, los vecinos reclaman a la responsable estatal que se permita a los afectados conocer el proyecto definitivo y presentar alegaciones. “Estamos nerviosos por las últimas noticias sobre las modificaciones y, además, está la documentación en Medio Ambiente, lleva 18 meses esperando allí, y normalmente con cuatro meses de trabajos ya debería estar terminado” ese paso del procedimiento, asegura uno de los vecinos. “Estamos nerviosos, a ver cómo va evolucionando. Le explicamos que, básicamente, llevamos desde junio de 2020 esperando a resolución de la Declaración de Impacto Ambiental. Estamos desde 2015 sin vivir, porque es estar con la vida pendiente de cuándo vienen las máquinas, cuando te vienen a fastidiar...”, afirma.

“Nos fastidia que 2008 hay un proyecto de ampliación que diseñó fomento con Autopistas para ampliar desde aquí, desde A Coruña, hasta la vía ártabra, que ellos definieron, del cual sale el vial 18. Si la ártabra provocó un problema de medio ambiente y se paralizó temporalmente y se llevó a los juzgados a la Xunta por la conexión, aquí va a afectar a mucha más gente y no se sabe cómo es ese proyecto”, asegura. “Lo que eran dos carriles se ha convertido en cuatro. Y no sabemos a cuántos vecinos más se va a expropiar”, apunta, en relación al “principio de acuerdo alcanzado entre el Gobierno central y el Ayuntamiento para incorporar al proyecto una carretera o vial de servicio que discurra paralelo al vial 18.

Los afectados temen que el proyecto que se ha expuesto al público sufra modificaciones importantes en la elaboración del proyecto constructivo sin haberse comunicado al público ni haber dado la oportunidad de alegar. “La vía ártabra ha tenido una modificación hace unos meses en la cual se ha expropiado más cosas. Y esa modificación tiene que ver con el constructivo”, explica el vecino, que insiste en demandar que los residentes en Vilaboa, O Burgo y O Temple tengan ocasión de conocer en detalle la afección del proyecto definitivo y presentar alegaciones si lo estiman oportuno.

El Ayuntamiento de Culleredo celebró como una “buena noticia” que el Ejecutivo estatal aceptase —a falta de “un estudio más detallado en la siguiente fase del proyecto”, precisó la Demarcación de Carreteras— su petición de incluir un vial de servicio para dar enlaces a los vecinos. De los grupos de la oposición municipal, el BNG reclamó al delegado del Gobierno en Galicia que “se hagan públicos los avances” respecto al proyecto y MásxCulleredo —sin representación en la Corporación local— advirtió de que un vial más provocaría “un destrozo mayor” al del proyecto expuesto en 2019.